El poder de la imagen de la obra de Eduardo Urdiales, realizada con grafito, carboncillo y conté piedra negra sobre papel, reside en la atracción por ese carácter teatral que refleja en sus creaciones.
Eduardo Urdiales, arte surgido del recuerdo. Acercarse a su obra, es acercarse a Eduardo Urdiales, “es como un método de expresión que no puede ocurrir de otra manera, yo trabajo mucho a través del recuerdo”, señaló el autor, quien añadió que “un recuerdo es como una reflexión incontrolada del subconsciente, yo hablo mucho de mis vivencias, de lo que me sucede, es importante que la inspiración venga tanto de la cultura como de lo vivido, entonces son pequeñas partes de mí”.

Concibe el arte como un medio de expresión superior a otros. Una vía de escape para mostrar muchas de las cosas que no somos capaces de decir ni de expresar.
Un medio para la catarsis. En su obra trata de hablar de sus experiencias personales, de sus obsesiones, pero siempre buscando apelar al espectador, tratando de hacerle partícipe ya sea porque se sienta identificado o bien intrigado por lo que en ella vea.



En su obra hay dos puntos clave, por un lado está la experimentación plástica, la búsqueda de soltura y adquisición de nuevos lenguajes dentro del dibujo figurativo, y por otro lado la búsqueda de retención de la mirada, tratar de retener al espectador ante la obra.

La obra de Eduardo Urdiales resuena como un pensamiento, un recuerdo o como una reflexión incontrolada y sus dibujos en blanco y negro aparecen como visiones introspectivas fascinantes especialmente por el sentido teatral y conmovedor que le concede a su trabajo.
Ello le lleva a emplear materiales como el grafito, el carboncillo y el pastel. Materiales con los que ha podido pulir su técnica y dotarla de una personalidad tanto enigmática como dramática.
Eduardo Urdiales, arte surgido del recuerdo. Por Paloma Plexy Boom