«Un desfile inmóvil de emociones: la poética de lo cotidiano en el arte de Ugo Rondinone«
Ugo Rondinone y el abismo lírico de la soledad payasa. En el vasto espacio de las Galerías Bodon, que se extiende sobre 1500 metros cuadrados de concreto y silencio expectante, Ugo Rondinone despliega Vocabulary of Solitude, una instalación monumental donde el color, la repetición y la poética del gesto cotidiano convergen en una experiencia sensorial tan melancólica como profundamente humana. Aquí, el arte no narra: respira. No explica: suspende. Y no complace: perturba.

La pieza central —o más bien, el núcleo emocional que irradia gravedad silenciosa sobre toda la instalación— está constituida por 45 esculturas de payasos de tamaño natural, cada una detenida en un instante mínimo de existencia: dormir, estirarse, bostezar, meditar, correr, mirar al vacío.

Estas figuras, ataviadas con trajes multicolores, rostros pálidos y sonrisas congeladas, se diseminan por el espacio como si fueran pensamientos esparcidos de una mente en contemplación perpetua. Y es ahí donde Rondinone logra una operación estética de gran profundidad: toma al payaso, símbolo universal del absurdo, la risa forzada y la tristeza oculta, y lo convierte en el espejo mudo de nuestra propia rutina existencial.

Acompañando estas figuras están las inconfundibles ventanas circulares, las medias mandalas, los arco iris en dibujo, y las composiciones cromáticas que remiten a su célebre serie del espectro de colores. Estas obras, ya existentes o creadas para la ocasión, no funcionan como ornamentos ni como fondos decorativos, sino como vibraciones ópticas que intensifican el carácter onírico del conjunto.

Rondinone no ofrece respuestas, pero al igual que un poeta que pule el ritmo de una imagen para dejarnos suspendidos en una frase, el artista suizo estructura el espacio para que el visitante se vea compelido a caminar con lentitud, como si cualquier movimiento abrupto pudiera disolver la atmósfera de meditación melancólica que impregna el lugar.

Ugo Rondinone y el abismo lírico de la soledad payasa. El payaso como espejo del alma moderna: soledad, rutina y contemplación en Vocabulary of Solitude
El espectador se convierte en parte del ritual. Se mueve entre cuerpos inmóviles, observa gestos íntimos que no le están dirigidos y que, sin embargo, resuenan con fuerza visceral. Aquí el arte no se mira: se experimenta en forma de suspensión del tiempo.

Como Rondinone ha afirmado, “el buen arte revoluciona todo tu ser”, y lo logra cuando el pensamiento se interrumpe, cuando el cuerpo se detiene ante algo que no puede racionalizarse del todo, pero que sí puede sentirse como una verdad implícita.

La instalación podría leerse como una elegía visual de la soledad contemporánea, pero también como una celebración sutil de lo mínimo. Hay belleza en la pausa, dignidad en la rutina. Rondinone amplifica estos momentos cotidianos hasta volverlos extraños, casi sagrados. En este sentido, su trabajo se emparenta más con lo litúrgico que con lo teatral. A diferencia del espectáculo circense, donde el payaso existe para provocar la carcajada del otro, en Vocabulary of Solitude el payaso se habita a sí mismo. No es el bufón del rey ni el mártir de la risa: es un cuerpo suspendido en su propio gesto.


El efecto final es desconcertante. Por momentos, uno se siente observado por esas figuras inmóviles; por otros, es uno quien las contempla como si fueran vestigios arqueológicos de una humanidad extinta. Hay una tensión persistente entre lo vivo y lo inerte, entre lo hiperrealista y lo simbólico, que hace que la instalación se mantenga en un plano casi metafísico.

En medio de esta escenografía de quietud expansiva, lo cotidiano adquiere una dimensión inesperada.
Rondinone no ilustra ideas; crea atmósferas. Y en esas atmósferas, el espectador encuentra —sin buscar— un tipo de verdad estética que no necesita explicaciones, solo presencia.

Porque, como el propio artista sugiere, una obra de arte auténtica no se dirige a la mente, sino al ser entero. Y si logra que uno se detenga —aunque sea por un instante— en medio del flujo incesante del mundo, entonces ya ha cumplido su propósito.

Vocabulary of Solitude no fue una exposición que se recorra: es una que se transita en silencio, con los ojos abiertos y el alma entre paréntesis. Es una pausa. Una herida. Una pregunta que no necesita respuesta.
Ugo Rondinone y el abismo lírico de la soledad payasa. Por Mónica Cascanueces.