El artista Kazu Hiro crea efigies tan realistas que se podría pensar que son personas reales que han cobrado vida.
Los bustos hiperrealistas del escultor Kazu Hiro. Sus obras hiperrealistas incluyen bustos de Frida Kahlo, Andy Warhol y Salvador Dalí, así como figuras históricas como Frederick Douglass y Abraham Lincoln.
El interés de Hiro por la escultura hiperrealista surgió de su amor por los efectos visuales de las películas. La Guerra de las Galaxias, en particular, fue una gran inspiración. Sin embargo, no estaba seguro de que fuera algo donde quisiera desarrollar toda su vena artística, porque no le gustaban las películas gore y de terror, que es donde más se utilizan este tipo de efectos.
Pero con el tiempo se dio cuenta de que este tipo de maquillaje abarcaba una gran variedad de géneros, y empezó a aprender todo lo posible. Cuando aún estaba en el instituto, Hiro se puso en contacto con el artista Dick Smith (conocido por su trabajo en películas como El Padrino y Taxi Driver) e inició una tutoría con él después del instituto, viajando desde su casa en Japón hasta Hollywood.
Su faceta de escultor empezó a desarrollarse en el 2001, momento en el que deja a un lado su carrera de más de 25 años como maquillador de cine para dedicarse a crear esculturas con las técnicas que había aprendido tras un cuarto de siglo en los platós de Hollywood.
«Por aquel entonces, estaba un poco cansado de trabajar en la industria del cine, porque la mayoría de los trabajos que conseguía no eran lo que yo quería hacer», comparte Hiro.
«Así que una vez decidí dejar mi trabajo en el cine, rechazar todos los trabajos y centrarme en el arte del retrato. Para mí, lo que estaba haciendo, el acto de crear, era lo mismo que en la industria del cine y del arte. Creo que lo importante es crear lo que me parece importante y expresarlo de una forma que sólo yo pueda hacer».
Los bustos hiperrealistas del escultor Kazu Hiro. Su primera obra fue un homenaje a su mentor, Dick Smith. En el 80 cumpleaños del maestro, Hiro moldeó un busto replicando los rasgos del anciano.
«Básicamente, utilicé muchas técnicas de maquillaje de efectos especiales para crear el retrato». Tras ver la respuesta, quiso seguir creando bustos.
En todas sus obras desde la de Frida Kahlo, a la de Audrey Hepburn o Jimi Hendrix resalta la habilidad de Hiro para recrear la flexibilidad de la piel, la frondosidad de los cabellos y la mirada profunda de todas las personalidades que recrea. Aunque muchos de ellos han fallecido hace décadas, estos bustos nos hacen creer que han vuelto a renacer.
Los bustos hiperrealistas del escultor Kazu Hiro. Por Carlota Solarat
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