Llegó el momento que tantos fans coleccionistas de Joy Division llevaban esperando: la guitarra empleada por Ian Curtis en la grabación del vídeo musical de ‘Love Will Tear Us Apart’
Subasta de la guitarra de Ian Curtis de Joy Division. Concretamente fue el martes 13 de octubre el día en el que se pudo pujar por la pentagonal Vox Phantom VI en la Bonhams Entertainment Memorabilia Sale. No se prevé que la compra final baje de las 100.000 libras.
La guitarra será presentada en su funda y vendrá acompañada por una copia de 12? del single que conmemoraba el 40 aniversario de ‘Love Will Tear Us Apart’. Además, también por una carta redactada originalmente por Natalie Curtis, hija de Ian. Así luce el instrumento:
Dicho instrumento fue ofrecido como obsequio a Natalie por Bernard Sumner, guitarrista de la banda, con motivo de su 18 cumpleaños. Pero la historia del artículo no queda aquí: previamente la Vox Phantom VI también perteneció a nada más y nada menos que… Johnny Marr de The Smiths.
Subasta de la guitarra de Ian Curtis de Joy Division. «Crecí rodeada de músicos por lo que he visto muchas guitarras. Jamás vi una así«, comparte Natalie en un escrito. «Mi padre estaba obsesionado por la apariencia de las cosas por lo que tiene sentido que esta guitarra fuese una guitarra de Ian Curtis«.
Un poco más sobre Joy Division:
Joy Division evolucionó de sus influencias punk rock iniciales. De acuerdo con el crítico musical Jon Savage «No era punk pero estaba directamente inspirada por su energía»?
Para posteriormente desarrollar un sonido y un estilo del cual fue pionero, llamado post-punk, junto con bandas como Siouxsie and the Banshees y The Cure,
No solo poseían un sonido siniestro, sino que sus letras estaban obsesionadas con la desesperación y la muerte, productos de la epilepsia que padecía su vocalista Ian Curtis.
Su EP debut, An Ideal for Living, atrajo la atención de Tony Wilson, una personalidad de la televisión de Mánchester.
El álbum debut de Joy Division, Unknown Pleasures, fue lanzado en el sello discográfico de Wilson, Factory Records, y provocó la aclamación de la crítica británica.
El vocalista, Ian Curtis, fue afectado por la depresión y por problemas personales, incluyendo la disolución de su matrimonio y sus agudas crisis de epilepsia.
Curtis encontraba cada vez más difícil presentarse en vivo y a menudo tenía convulsiones durante sus espectáculos.