Mar Agüera, Diego J. Hernández y Felip Caldés en Can Gelabert
Tres miradas, un diálogo inquietante. Hasta el 31 de marzo, la emblemática casa señorial de Can Gelabert en Binissalem acoge una selección de artistas de la XII edición de Incart, ofreciendo al espectador una experiencia estética y reflexiva de singular riqueza.
Las obras de Mar Agüera, Diego J. Hernández y Felip Caldés configuran un tríptico visual que, desde distintas disciplinas, interroga la condición humana contemporánea con una agudeza poco habitual.
Con Todo bien, gracias, Mar Agüera profundiza en su ya reconocible estilo fotográfico: provocador, conceptual y cargado de una tensión que incomoda con elegancia. Su mirada crítica al conformismo cotidiano desenmascara la apatía emocional que impregna la vida moderna, donde las apariencias sustituyen a las emociones genuinas. Agüera interpela, sin didactismos, desde la imagen.

Tres miradas, un diálogo inquietante. La XII Edición de Incart en Can Gelabert
En Deambular, Diego J. Hernández articula una poética del extravío. Sus piezas, lejos de lo literal, nos empujan a cuestionar las ficciones que estructuran nuestra percepción del mundo. En su búsqueda de una naturaleza primigenia —más instintiva que idealizada—, el artista evoca la necesidad de reconectar con lo salvaje, no como escapismo, sino como resistencia frente a la domesticación cultural.

Finalmente, Tapesies de Felip Caldés opera como una retrospectiva íntima y sintética. A través de esculturas, tapices, cerámicas y obras sobre papel, Caldés elabora un lenguaje formal donde la geometría se transmuta en metáfora. Sus composiciones, a medio camino entre lo constructivo y lo contemplativo, revelan una sensibilidad que roza lo espiritual, habitada por obsesiones recurrentes que adquieren aquí nueva densidad simbólica.
Esta exposición conjunta no solo evidencia la madurez artística de sus autores, sino que también ofrece un espacio fértil para la introspección. Un elogio al arte como acto de resistencia, memoria y redescubrimiento.
Tres miradas, un diálogo inquietante. Por Rose Sioux.