La obra de Ángel León Valiente, una fusión única de elementos surrealistas, conceptuales e hiperrealistas, se distingue por su exploración del subconsciente.
Una reflexión sobre la realidad a través del arte de Ángel León. Su arte invita a una reflexión profunda sobre la realidad, la memoria y la transformación, consolidándolo como una voz única en el panorama artístico contemporáneo.
Ángel León Valiente es un artista contemporáneo cubano radicado en España cuya obra impacta por su carácter conceptual y su habilidad técnica. Una fusión única de elementos surrealistas, conceptuales e hiperrealistas, creando un estilo propio que explora las complejidades de vida.

«Eternidad»
En mi jardín hay rosas
yo no te quiero dar
las rosas que mañana…
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar…
En mi jardín abejas
labran fino panal
¡Dulzura de un minuto…
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o ésta muda tristeza
que no comprenderás…
La tristeza sin nombre
de no tener que dar
o quien lleva en la frente
algo de eternidad…
Una reflexión sobre la realidad a través del arte de Ángel León. Como es propio de su trabajo, el artista ha colocado símbolos para construir un mensaje visual a la par que narrativo.
La imagen de la mariposa en sus pinturas lejos de ser un elemento meramente decorativo adquiere un significado personal. Para el artista, este insecto representa no solo la idea de metamorfosis, sino también una conexión íntima con su historia familiar y su supervivencia durante los difíciles años 90 en Cuba.

Un cúmulo de mariposas entre las que se deja ver el tronco de un esqueleto humano con una casa de madera al fondo ofrece diversos sentidos. A lo que se suma el título, siempre sugestivo. «El jardín de los desterrados» explora una imagen nostálgica para los emigrados. Desde una postura personal de impotencia por lo robado, se refiere a lo que se deja atrás cuando se debe migrar, o en peores casos cuando eres obligado a migrar.



De su obra podemos inferir la honestidad con la que aborda el proceso creativo: sus imágenes rebozan de sentimientos y pensamientos introspectivos que pugnan por una poética para la relación delicada e íntima con el observador.

La pintura, para mi, es un medio cuyo único fin es alcanzar la poesía»
Una casa aparece en múltiples ocasiones en sus cuadros simbolizando mucho más que un simple lugar físico donde habitar. Representa la seguridad, protección, intimidad y pertenencia. Un discurso de confrontación del artista con el mundo exterior se aprecia en su universo introspectivo, psicodélico, donde expone cuestiones relativas a la familia, la pareja, su pueblo, su concepción de sí mismo como sujeto y sus preocupaciones políticas como factores que afectan la mayor expresión del ser: su libertad.

La idea de eterno retorno cómo concepto circular de la historia o los acontecimientos. La historia no sería lineal, sino cíclica. Una vez cumplido un ciclo de hechos, estos vuelven a ocurrir con otras circunstancias, pero siendo, básicamente, semejantes. Hay culturas que han dicho que el tiempo es un eterno retorno.
Todo vuelve a suceder: desde las estaciones hasta las situaciones de la vida, no hay novedad en el universo, todo ha sucedido ya y volverá a suceder. Nuestro esfuerzo es, en el fondo, un volver al principio otra vez. De hecho, el artista expresa y comunica su singularidad en una obra en la que puede conectar emocional e intelectualmente con el espectador.

La obra de León denota una gran entrega y consagración, con una autoexigencia que se refleja en la intensidad y perfección técnica de sus piezas.
Incorpora elementos que aluden a fotografías antiguas, creando una recreación visual que adopta una perspectiva antropológica. Sus obras invitan al espectador a ser un observador activo, construyendo una realidad a través de una mirada consciente.
Ángel Miguel León Valiente nació en 1990, en La Habana, Cuba, donde se graduó en la Academia de Bellas Artes “Eduardo Abela”. Expuso sus obras en Estados Unidos, Holanda, Alemania, Cuba, México y Dinamarca.
Una reflexión sobre la realidad a través del arte de Ángel León. Por Ilaria Potenza