En las obras «My eyes are seeing you» de Alexandros Vasmoulakis las figuras teatrales y pomposas bailan al ritmo de un bullicio para desentrañar una narrativa promiscuamente liberada de las leyes de la razón.
Las criaturas extravagantes de Alexandros Vasmoulakis. Estas criaturas extravagantes abrazan un mundo donde la estimulación sexual se glorifica enfáticamente y los instintos primordiales esclarecen los orígenes del deseo humano. Sus personajes se convierten en dandi y ménades contemporáneos, capturados por el poder de la mirada mientras sucumben al miedo al rechazo.




Las criaturas extravagantes de Alexandros Vasmoulakis. El artista evoca recuerdos del incesante juego de los sexos, que luchan perpetuamente por definir la sexualidad humana.
Explora la necesidad del placer visual adoptando elementos expresionistas y pop que componen un amalgama de una narrativa clara pero alusiva. La relación histórica entre el desnudo femenino y la mirada masculina ha sido ampliamente cuestionada por teorías feministas como el ensayo de Laura Mulvey, Placer visual y cine narrativo, ya que ha objetificado a las mujeres en favor de los hombres, quienes son los principales observadores-voyeurs.

Sin embargo, en esta exhibición, aunque dicha relación está presente, especialmente a través de la instalación escultórica de cabezas masculinas dispersas que observan obsesivamente a los visitantes y las figuras representadas, los sexos redefinen sus roles estáticos. Este elemento aparece en la pintura Divinity in Disguise, donde el hombre es retratado como objeto de visión. De este modo, Vasmoulakis se mantiene distante y alejado de interpretaciones a priori, reflexionando sobre la naturaleza de la mirada, que despliega un escenario incesante de relaciones de poder entrelazadas.

La mezcla de dibujos y colores resuena con las cualidades estéticas de un palimpsesto, donde las marcas borradas se descifran y la superficie manchada se realza, revelando un proceso pictórico meticuloso que destaca las imperfecciones en la composición final. La desnudez, como alabanza a una exhibición personal sin restricciones, se acompaña de disfraces excéntricos y accesorios llamativos que ilustran un comportamiento exuberante, mientras que las sonrisas neuróticas con dientes relucientes ansían ser el centro de atención.

Los seres-criaturas credos por Vasmoulakis son seductoras y orgullosas de su sexualidad; son adictos a la «sociedad del espectáculo» y dependen de la presencia del espectador para afirmar su existencia.
Su carácter ambivalente y multifacético oscila entre la atracción y la repulsión, fomentando una tensión psicológica que evoca los dramas extravagantes del cine de Hollywood.

El estilo lujurioso de las mujeres desprende inocencia y ingenuidad, mientras que los elementos representativos y abstractos de la vestimenta masculina crean una apariencia robusta y vigorosa que recuerda a los mosqueteros de Alexandre Dumas. Hombres y mujeres, a la vez víctimas y victimarios que perpetúan nuestra especie, narran fatalmente el núcleo del deseo humano: la agonía de convertirse en parte de un diálogo visual.
Las criaturas extravagantes de Alexandros Vasmoulakis. Por Elli Paxinou (Art Historian)