El cuerpo femenino es un motivo central en el trabajo de Sofia, utilizado como un recurso metafórico y visual que tanto seduce como desafía engañosamente al espectador
En diálogo con la mirada de Sofia Mitsola. En The Evil Eye, los desnudos femeninos se erigen firmes, formando un vínculo. Su presencia seductora invita al espectador a acercarse, a coquetear con ellas. El espectador podría pensar al principio que están ahí para disfrutar de estos encantadores desnudos.

Pero una vez más cerca de las obras, estas figuras sumergen e intimidan al espectador: revierten la mirada y desafían el consumo visual de la audiencia a través de su tamaño colosal y su mirada penetrante.

Sofia Mitsola trabaja principalmente con pintura para examinar el cuerpo femenino
Al observar figuras en la escultura egipcia y griega antigua, la animación japonesa y la pornografía, compone sus propios personajes mitológicos y los coloca en composiciones geométricas, a modo de escenario.

Estas composiciones están pintadas en colores vibrantes y están estratificadas con lavados y empaste.
Sus pinturas a menudo presentan personajes desnudos, más grandes que la vida, que se dirigen al espectador con su mirada directa e invitan a que los miren de vuelta.




A través de este acto, Mitsola forma relaciones dinámicas entre la pintura y el espectador para establecer nuevas jerarquías y jugar con ideas de voyeurismo, poder y control.
Sus pinturas a menudo presentan personajes desnudos, más grandes que la vida, que miran directamente al espectador e invitan a devolver la mirada. A través de este acto, Mitsola forma relaciones dinámicas entre la pintura y el espectador para establecer nuevas jerarquías y jugar con ideas de voyeurismo, poder y control.

En diálogo con la mirada de Sofia Mitsola. Texto: Lydia Figes