Es una película inspiradora, y hay muchas maneras de entenderla en términos de liberación. Se trata de estar despierto y no dar las cosas por sentadas en cuanto a las convenciones sociales se refiere
‘Pobres criaturas’ una oda a la liberación. Se hace difícil encontrar a un director de cine que sepa leer mejor los tiempos que el griego Yorgos Lanthimos. Y es que el responsable de «Canino» (2009) o «Langosta» (2015) siempre se las ha ingeniado para saltarse cualquier tipo de censura –incluso la autoimpuesta– para contar las historias que le ha dado la gana.
Esta hilarante a la par que interesante novela, en manos de un gran talento como el de Alasdair Gray (autor de la magnífica Lanark, entre otras obras publicadas en España) se convierte en la mejor de las ‘historias de monstruos’, además de en una sólida y provocadora alegoría política acerca del deseo del hombre y la independencia de la mujer. En Pobres criaturas Yorgos Lanthimos dirige a la actriz Emma Stone en una relectura de Frankenstein con Willem Dafoe y Mark Ruffalo como secundarios de lujo.
Pobres criaturases una película que te invita a cuestionarte todo y a no aceptar lo que viene dado», explica reivindicativo Dafoe en entrevista. A su lado, Mark Ruffalo añade: «Lo más interesante de la película es que nadie permanece, la protagonista tiene un efecto en todos los personajes y nadie termina donde empezó. Está hecha para romper con las convenciones, las de los personajes y las del cine», apunta meridiano el actor.
Mark Ruffalo
Y es que Pobres criaturas, además de un cuento gótico sobre la trascendencia y el desarrollo gregario, es un canto a la liberación por interacción. Por eso, Ruffalo cuenta que no se extrañó cuando Lanthimos le pidió que viera varias veces la «Belle de jour» de Luis Buñuel y, por eso, esa interacción aquí es el sexo, o los «saltos furiosos», como los llega a definir la protagonista desde una ignorancia casi infantil.
Willem Dafoe junto a Emma Stone
«Cada vez que haces una película, cada vez que pones un proyecto ahí fuera, estás hablando de tu propia experiencia. La forma en la que vivo y elijo mis proyectos, de hecho, es mi mensaje político. Me siento orgulloso de estar en la película, porque es inspiradora, pero también porque hará que la gente piense. Pero luego, lo de apoyar una causa de forma dogmática, diciendo que tú suscribes esto o tú estás de acuerdo con aquello, es, precisamente, una de las cosas con las que lidia la película.
‘Pobres criaturas’ una oda a la liberación. Las causas no se pueden poseer, y por eso hay que desarrollar el intelecto para no aceptar lo establecido.
Mark Ruffalo junto a Emma Stone y Willem Dafoe
Ese es el acto político definitivo», explica convencido Dafoe preguntado por el valor de hacer una cinta a toro pasado del #MeToo, como por primera vez aceptando el cambio de paradigma con las relaciones de poder entre hombres y mujeres.
Ruffalo, mucho más político en su vida privada y uno de los actores de Hollywood que más se ha comprometido, por ejemplo, por el alto al fuego en Gaza, es más de soltar amarras: «Tengo dos hijas. Y solo cuando estás criando hijas entiendes realmente el condicionamiento al que están sometidas como mujeres que existen en sociedad. Es una locura. Se les dice qué color tienen que llevar o cómo se deben comportar.
Mi hija me ha llegado a decir que es una mierda ser una chica. Tiene 10 años y se ha dado cuenta de la injusticia. Esta película trata sobre eso. Es política y, de hecho, es casi más profunda que eso. Es filosófica. La protagonista está decidiendo qué tipo de mujer quiere ser», completa.
Yorgos Lanthimos y Emma Stone
Yorgos Lanthimos: “Me asusta el puritanismo del cine, el sexo es prácticamente inexistente en el ‘mainstream’ actual»
Pobres criaturas, con el análisis de la revolución sexual de nuestro tiempo; no aquella añeja y promiscua de las primeras olas del feminismo, sino la más contemporánea, la que habla del deseo y su posicionamiento en primer plano, dejando que solo los más mayores hablen ya del consentimiento.
La grandeza de Pobres criaturas, y lo que ha convencido a una Academia de Hollywood que la ha propuesto hasta para 11 Oscar, es que lo ideológico, y extraordinario, solo es igual de extraordinario que el resto de elementos de la película.
Yorgos Lanthimos: el más difícil todavía
Evitamos una catástrofe. Cuando, a principios de siglo, un joven Yorgos Lanthimos comenzó a despuntar en el cine europeo ofreciendo retratos de incomodidad, como la siempre reivindicable «Kinetta» (2005), fueron muchos los que se apresuraron a etiquetarle de cineasta de extremos, alineándole casi con el nuevo «gore» francés o las paradojas nórdicas, reduciéndole de manera condescendiente al cine de género (como si ello fuera algo malo).
Por suerte, y tras el éxito global de «Canino» (2009) y la menos conocida «Alps» (2011), la producción británica se empezó a fijar en su extrañeza, no la de un sádico o un «voyeur», sino la de un inadaptado que sabe perfectamente dónde están las líneas de lo socialmente aceptado para maniobrar de manera más o menos funcional. De ahí su progresión al estrellato, con la inquietante «Langosta» (2015), «El sacrificio de un ciervo sagrado» (2017) y su segunda obra maestra, «La favorita» (2018).
Fue durante ese rodaje cuando Lanthimos conoció a Emma Stone y ambos empezaron su idilio artístico, firmando Pobres criaturas y filmando, en secreto, «Vlihi», un cortometraje de apenas 30 minutos que Lanthimos es muy celoso de enseñar más allá de las salas de cine. Rozada la perfección en su última película, es inevitable preguntarse dónde está su techo, condenado ahora a lograr el más difícil todavía.
‘Pobres criaturas’ una oda a la liberación. Texto: Matías G. Rebolledo