La industria de la movilidad vive tiempos de cambio. A los motores eléctricos, ahora se suman las impresoras capaces de fabricar un auto completo sin necesitar una línea de montaje
Un vehículo eléctrico construido con impresoras 3D. La reducción de las emisiones contaminantes está en la primera plana de las prioridades de la industria automotriz en la mayor cantidad de aspectos posibles.
No solo se trata de motores eléctricos o de combustible amigables con el medio ambiente. La descarbonización puede aplicarse también a la producción de partes mecánicas que requiera un vehículo, cualquiera sea su tamaño o tipo de propulsión.
Así es que las tecnologías de fabricación han empezado a cambiar su modo de operación en busca de contaminar menos en el proceso. Volkswagen, apenas hace unos meses, mostró como varias partes de sus autos se producen con grandes impresoras 3D en lugar de los métodos de fabricación convencionales.
En el Salón del Automóvil de Barcelona, que ha concluido este fin de semana, una empresa española llamada The e-Miles Company, presentó un vehículo muy particular no solo en concepción sino también por estar construido integralmente con esa misma tecnología, que reduce la contaminación ambiental. Los únicos tres elementos que no se fabrican en 3D, son los neumáticos, los asientos y los motores eléctricos.
El The e-MIles es un pequeño auto urbano eléctrico que se destaca por dos características adicionales a la de esta fabricado con impresoras 3D: cambia su tamaño y no tiene volante sino un joystick.
Normalmente mide 2,5 metros de largo y tiene dos asientos, a los que se accede levantando el parabrisas y todo el frente. Una de las ventajas de no tener volante es que al levantar el portón delantero, no hay elemento alguno que interfiera con la facilidad de acceder, lo que permite, por ejemplo, que pueda hacerlo una persona con silla de ruedas. El piso es completamente liso, por lo que, además de entrar, puede girar y acomodarse en uno de los asientos sin problema alguno. Además, al ser corto, el e-Miles puede estacionar de frente al cordón de la vereda, facilitando aún más el acceso de una persona con discapacidad desde la altura de la vereda.
Pero como se dijo, este vehículo puede cambiar su tamaño. Lo hace a lo largo, ya que se puede extender 37 centímetros, suma una puerta lateral y de este modo puede transformarse en un auto para 4 pasajeros o dos con capacidad de carga.
El aspecto final que lo hace especial, es el joystick que reemplaza al volante. Este mando se sitúa entre medio de los dos asientos delanteros y permite que lo pueda usar tanto el pasajero de uno como del otro lado. Al bajar el portón con el parabrisas, la parte inferior del vidrio delantero es una gran pantalla de 23? que además de mostrar la información convencional de un automóvil, también proyecta las imágenes de los dos espejos retrovisores, que no existen y han sido reemplazados por dos cámaras de video.
En las imágenes y en los renders, no se aprecia la presencia de un limpiaparabrisas, y es porque efectivamente no lo hay. El vidrio delantero tiene un tratamiento para repeler el agua y la suciedad, por lo que los fabricantes creen que no será necesario ese sistema.
Un vehículo eléctrico construido con impresoras 3D. Fuente: Leo Lee