«Tener tu propio banco es posible ya, esta tecnología te permite realizar multitud de operaciones financieras sin la necesidad de operar con una compañía»
Ya se puede tener tu propio banco en casa con Raspberry. Hace cuatro o cinco meses, Fran, un desarrollador sevillano que trabaja en proyectos con tecnología Blockchain, decidió dar un paso más en su inmersión en el mundo de las criptomonedas.
Ya en plena ola alcista, con el bitcoin disparado y el resto de activos siguiendo su estela, se compró una Raspberry Pi 4 con el equipo necesario, un disco duro SSD, los montó, configuró el ‘software’ durante varias horas, se conectó a la red y lo puso a funcionar.
¿Qué es lo que acababa de montar?
Con su pequeña máquina, había unido a la Blockchain de bitcoin un nuevo nodo de validación o, para el que no conozca demasiado cómo funciona esta tecnología, Fran tenía en su poder lo más parecido a tener un banco propio en casa. Un banco de bitcoin, claro.
«Lo más caro es el disco duro, que sale por 100 o 120 euros, el resto no debe pasar de unos 50. A esto hay que añadirle que son unos 4,5 W de consumo. Echando cuentas, al año me sale por unos tres o cuatro euros tenerlo encendido sin parar», explica Fran, en conversación con Teknautas.
«En este caso, es nodo bitcoin y también nodo ‘lightning’. Tengo abiertos algunos canales de pago, pero, la verdad, se usan poco de momento. Aunque es una locura solo pensar que con un trasto de 150 euros te puedes convertir prácticamente en un banco (aportar liquidez a canales, prestar dinero, reenviar transacciones…)», añade.
He montado un nodo de bitcoin en casa y ahora tengo un banco en una Raspberry
La palabra ‘banco’ puede sonar algo exagerada en todo esto, pero salvando las distancias del entorno criptográfico, regulatorio y lo que significa a día de hoy una entidad bancaria, si queremos buscar un símil a lo que hacen estos nodos, lo más parecido que encontraríamos sería, efectivamente, un banco personal. Incluso hay quien los acerca más a tener tu propio ‘banco central’, pero el razonamiento es similar. Simplificando su funcionamiento, este artilugio, si es un nodo de validación ‘completo’, te permite estar conectado a la cadena, por lo que puedes validar por ti mismo, sin intermediario alguno, las transacciones que se producen en la red y retransmitirlas, consultar el saldo de tu cartera sin tener que acudir a ningún otro nodo, pues tienes una copia completa de la cadena de bloques o libro contable almacenado, y, además, apoyar a la red descentralizada de bitcoin añadiendo un ‘peer’ más. La guinda la pones si te sumas a la red ‘lighting’, pues puedes hasta prestar tu dinero para aligerar transacciones y pagos.
«Básicamente, tus ‘wallets’ (ya sean físicas o ‘software’) pueden hacer las consultas directamente a tu nodo, en lugar de a un tercero. Piensa que si, por ejemplo, tienes un Ledger [monedero físico], y usas la ‘app’ de Ledger, tu PC envía consultas al nodo que tiene la empresa sobre saldos, etc. De esa manera, Ledger puede teóricamente asociar direcciones bitcoin a personas. Con tu propio nodo, eso no ocurre. Puedes hacer todas las consultas que quieras y nadie se va a enterar o las va a poder asociar contigo», explica Fran. ¿Gana algo de dinero con ello? No, es más, pierde con los costes y el mantenimiento.
Carlos (nombre ficticio para proteger su identidad), otro fanático del bitcoin que lleva desde 2012 con su nodo instalado en su propio ordenador personal, explica algo parecido, aunque defiende aún más la independencia que da todo esto para el usuario y la seguridad comunitaria. «Son ventajas de tipo personal y hacia la red, pero no económicas. No ganas dinero con ello, pero ayudas a que la red esté más descentralizada y por tanto sea más fuerte y segura ante cualquier ataque. Mira, hace unos días, alguien atacó el sistema de Samourai, eso hizo que las carteras Samourai que no conectan con un nodo personal [Dojo] y sí a los servidores que proporciona Samourai no hayan podido usarse mientras ha durado ese ataque. Si la red está muy distribuida, esos tipos de ataques son ineficaces».
Viendo el lado ‘underground’ de estos desarrolladores y fanáticos, que buscan la colaboración y la innovación por encima del dinero mientras vivimos un ‘boom’ de los criptoactivos, hace que estos usuarios parezcan salidos de otra época. Con Coinbase en bolsa, miles de ‘altcoins’ moviendo millonadas a diario, cada vez más ‘traders’ y organizaciones interesadas en los réditos que puede dar este mercado digital, estos pequeños usuarios recuerdan a los momentos en los que el trabajo casero, los foros y los apaños electrónicos eran el pan de cada día en el ecosistema ‘cripto’, pero son algo más que los últimos románticos del bitcoin. Aunque sí que mantienen esa esencia.
Mineros vs. validadores
Durante el primer ‘boom’ del bitcoin, gran parte de los focos se centró en los mineros, esos usuarios con nodos propios, pero que además de validar transacciones y apoyar a la red, también generaban las monedas, consiguiendo ganar un buen dinero con ello. Se escribió muchísimo sobre ellos, y la búsqueda de máquinas para minar se disparó de tal forma que muchas marcas se quedaron sin ‘stock’. Pero, como recuerda Carlos, ese tiempo pasó, y ahora, como perfiles independientes, que mantienen ese halo alternativo, quedan ellos.
«En los primeros años de la red, sí que podías sacar dinero con pequeños nodos, porque aparte de verificar la validez de las transacciones, también minabas. Pero el proceso de minería se acabó especializando y volviéndose altamente competitivo, de modo que se profesionalizó», comenta. Ahora, para minar, necesitas equipos punterísimos y una capacidad muy alta de gastar energía. Tanto es así que grandes empresas construyen granjas de máquinas mineras en lugares inhóspitos del planeta, como Siberia, o en zonas como Texas, buscando los precios energéticos más bajos y sacar el máximo rédito. Frente a ellos, los nodos validadores cada vez son más baratos y fáciles de instalar, y el número de casos como el de Carlos o Fran no para de aumentar, con apariciones famosas como la del CEO de Twitter, Jack Dorsey.
Los suyos forman parte de los cerca de 300 nodos de bitcoin que, según herramientas como Crawly (creada por un desarrollador español y lanzada hace solo unas semanas), hay en nuestro país y colocan a España dentro de los 15 países con más equipos de este tipo. A nivel global, según la misma herramienta, el número de estos nodos rondaría los 300.000, muy por encima de los 70.000 que manejaban antes de la aparición de Crawly. Estados Unidos lidera la clasificación con más de 1.000 nodos, seguido de Alemania, China y Rusia.
El abaratamiento de las piezas necesarias para montar tu nodo ha ayudado a que estos números crezcan, pero los dos españoles esgrimen más razones. Cada vez hay más dinero en criptomonedas, y la necesidad de seguridad propia apremia, además de que la comunidad crece y crece. «Aunque nadie está en ‘lighting’ para hacer dinero con las transacciones, al menos ahora mismo, con el uso que se está haciendo de la red (sacas unos tres o cuatro euros al año), lo que sí que puedes conseguir es ahorrar en tus transacciones haciéndolas a través de tus canales. Tú pagas comisión por abrir un canal, y a partir de ahí todas tus transacciones que vayan por ese canal son prácticamente gratis (hasta que se agote el canal, claro). Si enrutas alguna transacción de otro usuario a través de tu canal, te pagan una pequeña comisión. Pero, ya te digo, nadie está en ‘lightning’ para ganar dinero, es más por la innovación que supone», resume Fran.
A esto hay que añadirle que cada vez es más fácil hacerse con un nodo preconfigurado listo para instalar en casa, ya los hay por menos de 300 euros, y que existen proyectos fuertes que venden soluciones similares por internet. No necesitas apenas saber ni de electrónica ni de informática. Umbrel es uno de los más famosos, aunque hay muchos más. «Si no quieres un nodo completo, donde esté toda la Blockchain también hay opciones más sencillas como nodos ligeros, en los que solo se almacena el conjunto de transacciones que aún están sin gastar, y que te permite al recibir una transacción comprobar si es válida o no (viendo si los fondos estaban disponibles para gastar). Este tipo de nodos pueden ser suficientes para el usuario normal digamos. Pero ya estás confiando en que la info que te llega de los full node es correcta», añade el desarrollador sevillano.
Frente a los caros equipos para minar, tener un nodo de validación es «tan simple como instalar cualquier programa y, si acaso, abrir un puerto en el ‘router’ para contribuir con la red retransmitiendo también bloques y transacciones, no solo recibiendo. Si lo tienes para usar una cartera de bitcoin con él sin depender ni confiar en terceros, ni siquiera necesitas tocar los puertos del ‘router’. Eso sí, idealmente necesitas disponer de algo más de 300 GB libres (para bitcoin, otras redes como Ethereum son mucho más pesadas) en un disco de estado sólido si quieres descargarte, verificar con agilidad y almacenar una copia completa de la cadena», completa Carlos.
¿Un banco en cada casa?
Todo esto invita a pensar si en un futuro, con la evolución de las criptomonedas, acabaremos teniendo todos un nodo de bitcoin, u otra red, en casa, a lo que los dos miembros de esta comunidad no lo ven tan claro. «Lo de tener un nodo propio no creo que sea necesario para todo el mundo, depende mucho del tipo de transacciones que hagas, del nivel de privacidad que necesites, etc. Aunque piensa que la privacidad no es solo por que quieras ocultar algo, la mayoría de personas con nodo no tienen nada que ocultar, informan a hacienda de lo que tienen que informar, etc. Es un tema más de seguridad personal. Por ejemplo tu no pondrías un cartel en tu balcón diciendo ‘Eh, en esta casa se guardan 100.000 euros en billetes’, porque podría atraer a ladrones o personas indeseables. Con las ‘cripto’ es lo mismo, si estas mandando información a un servidor que no controlas, y esa información cae en malas manos, te puede suponer un problema», comenta Fran.
«Tener tu propio banco es posible ya, esta tecnología te permite realizar multitud de operaciones financieras sin la necesidad de operar con una compañía. No obstante, la responsabilidad que tiene una persona a la hora de gestionar su dinero para ser su propio banco es grande y creo que una gran parte de las personas estarán mucho más cómodas delegando en empresas este tipo de tareas, bien por falta de confianza, bien por no disponer de los conocimientos informáticos para hacerlo por ellos mismos, por lo que existirán servicios que cubrirán esta necesidad. Quizá para las nuevas generaciones que convivan con ello de forma natural desde el comienzo de su existencia se vuelva dominante el hecho de ser dueño de tu propio dinero y de su gestión, pero pienso que un porcentaje importante no lo hará. La gran ventaja de esa tecnología es que te da la posibilidad de elegir ser tu propio banco si deseas serlo, lo que hasta ahora no había sido posible», termina Carlos.
Fuente: Guillermo Cid