Luis Buñuel con su lenguaje fílmico y su forma de entender el cine han servido de referencia a grandes directores a lo largo de la historia.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. En casi toda la filmografía del director aragonés se pueden apreciar rasgos de su personalidad. Su cine habla de una persona inconformista con su tiempo y muy crítica con los convencionalismos burgueses y religiosos, lo cual incluso lo llevó a salir de su país natal y luchar contra la censura del momento.
Su obra pretende abrir los ojos a un espectador conformista, atentando contra el orden social establecido y poniendo en el punto de mira temas como la sociedad, la familia, la religión, la burguesía o la política, todo ello sin que falten alusiones al mundo de los sueños y al mundo interior del individuo, temas que desde siempre lo obsesionaron.
No cabe duda que el cine de Luis Buñuel marcó una gran etapa en la historia del cine. El director utilizó el arte cinematográfico como una especie de lienzo en el que plasmó todas las preocupaciones que acontecían en su mundo interior.
Buñuel hizo algo que muy pocos cineastas del momento pudieron conseguir: lograr que las generaciones posteriores heredaran su cine y, a pesar del paso del tiempo, que este consiga seguir removiendo conciencias y haciendo reflexionar.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Primera Etapa surrealista.
A mitad de la década de los años 20, Buñuel se marcha a París. Allí comparte ideas con diferentes artistas de la época y, sin pretenderlo, mantiene su primer contacto con la corriente surrealista cuando conoce a André Breton.
Más tarde, pasó a formar parte del grupo surrealista, con el que simpatizó y llevó la corriente a su máxima expresión en el medio cinematográfico con la película Un perro andaluz (1929).
Un perro andaluz (1929)
Se trata de su opera prima como director que escribió junto a Salvador Dalí. Es considerada como una de las mayores obras surrealistas de la historia del cine. En 1929, se estrenó en París en el Estudio de las Ursulinas y causó una gran controversia para la crítica de la época.
Es un filme que invita al espectador a entrar en el mundo de los sueños dejado a un lado la realidad. Va más allá de donde nuestros sentidos o nuestra razón nos guían. La irrealidad impera abriendo la puerta a una narración ilógica. Lo que hace que esté expuesta a diferentes interpretaciones.
Desde el primer momento, la película ya resulta impactante. Aparece un hombre (Buñuel) en un balcón afilando una navaja y, seguidamente, se ve cómo corta el ojo de una mujer. Se trata una de las escenas más famosas del filme.
A partir de este momento, la película queda inmersa en un auténtico juego de planos que, aunque aparentemente no significan nada, logran generar sensaciones en el espectador gracias a un magnífico montaje.
En la mayoría de ocasiones, hace un uso encadenado del mismo. Un ejemplo destacado es cuando salen hormigas de la mano del ciclista y, de repente, se convierten en el vello axilar de la mujer y después en un erizo.
También rompe con la linealidad gracias al uso incoherente de los intertítulos que, más que orientar al espectador, lo despistan: «Érase una vez», «Ocho años después», «Hacia las tres de la mañana», «Dieciséis años antes» y «En primavera».
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis BuñuelA lo largo de los años se han sacado diferentes interpretaciones de la película, aunque ninguna totalmente certera. Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel
El propio Buñuel la describía: «La película no es nada más que un llamamiento público al asesinato«
La realidad es que, aunque nunca llegó a explicar el porqué de este filme, subyacen elementos que se van a mantener a lo largo de su carrera, como, por ejemplo, su obsesión con la muerte, el mundo de los sueños y el subconsciente.
Sin embargo, a pesar de que cualquier análisis de la película puede ser válido, Un perro andaluz pretende dejar huella en el receptor para que cuando recuerde la película no intente buscar argumento alguno, sino más bien procure describir las emociones que ha experimentado durante su visionado.
La edad de oro (1930)
A principios de los años 30, Buñuel estrena su segunda película de carácter surrealista, esta vez sonora y de habla francesa. Se trata de una obra rompedora y única que fue financiada por el vizconde de Noailles, miembro de la aristocracia. El lanzamiento del filme trajo consigo el escándalo y la prohibición de su proyección por parte del gobierno francés.
En ella, Buñuel pone de manifiesto una crítica hacia las costumbres y tradiciones de la sociedad burguesa de la época.
El propio director describió la película como: «El instinto sexual y el sentido de la muerte forman la esencia de este filme. Es una cinta romántica realizada con frenesí surrealista«
Es la lucha de dos amantes por continuar con su amor pasional en una sociedad dominada por las reglas. No cabe duda que la cinta es una exaltación del amor loco, absolutamente libre y es, sobre todo, una denuncia a todos aquellos factores que interrumpen su desarrollo, generalmente los convencionalismos de la sociedad burguesa.
La narración, que comienza con un documental sobre la vida de los escorpiones, llama la atención desde el primer momento. Quizá la inclusión de unas imágenes grabadas en 1912 no son casuales, si tenemos en cuenta que Buñuel vivía obsesionado con los insectos.
Después, unos delincuentes intentan escapar de su cabaña mientras un grupo de obispos realiza una especie de ritual frente al mar y finalmente aparecen muertos en la playa.
Un grupo de personas llega en un barco para venerar el alma de los obispos. La ceremonia es interrumpida por el ruido de unos amantes, un hombre y una mujer, que están dando rienda suelta a su amor en la playa. El hombre finalmente es arrestado.
A partir de ese momento, la película gira entorno a la mujer, que vive en una casa acomodada e intenta cumplir sus deseos sexuales frente al impedimento de la sociedad que le rodea.
Su análisis más critico llega con la inserción de planos que han quedado para el recuerdo de los espectadores. Por ejemplo, la imagen de los obispos momificados, la protagonista chupando el dedo gordo del pie de una estatua o una vaca subida en una elegante cama burguesa.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Segunda etapa de la Segunda República Española
El escándalo que causa la Edad de oro, hace que Holywood se dé cuenta de que Buñuel podría ser «una mina de oro» para la industria cinematográfica. Es por ello que, en 1931, cruza el Atlántico atraído por una oferta de la Metro Goldwyn Mayer. Pretenden introducirlo en el sistema cinematográfico de allí; sin embargo, las diferentes burlas y desplantes de Buñuel hacia altos cargos de la industrian lo traen de vuelta a España.
Tierra sin pan (1933)
Poco después de su regreso, rueda el documental Tierra sin pan con el dinero de un premio de la lotería. Pretende reflejar la vida de Las Hurdes (Extremadura), donde la situación era realmente dramática, aunque Buñuel la exagera un poco más.
La película muestra imágenes de la zona mientras una voz en off va comentando lo que aparece en ellas. Comienza con una infografía de situación, en la que aparece un mapa de Europa y poco a poco se acerca en zoom y señala el punto exacto del que se va a hablar.
Mientras una voz narra: En algunos lugares de Europa existen focos de civilización casi paleolítica. En España, a 100 km de Salamanca, lugar de alta cultura, se encuentran Las Hurdes aisladas del mundo por montañas de difícil acceso (…)
La película es como un paseo del propio Buñuel por la zona, el espectador ve lo que ven sus ojos. Intenta enseñar de forma «neutral» la vida de la gente de allí. Muestra la pobreza, las enfermedades, los niños y la desnutrición.
Llama la atención el tono exagerado del narrador al describir lo que ve, a veces sospechoso de ser real. Un claro ejemplo es cuando describe a una mujer enferma de bocio que, según el narrador, tiene 32 años aunque parece increíble.
Lo que pretende Buñuel con este filme es provocar hasta poner en el punto de mira en una población que vive con unas condiciones miserables, a pesar de estar cerca de lugares evolucionados y culturizados.
Por otro lado, el director quiere dar a conocer la España más rural y retrógrada de la época, en un momento de supuesto desarrollo, olvidada por políticos y dirigentes.
También, muestra la hipocresía de la Iglesia, al comparar un lugar cristiano en el que los campesinos viven en casas deterioradas frente a la riqueza que posee la misma.
Finalmente, el gobierno republicano prohibió la película por considerar que daba una mala imagen de España. Sin embargo, esto no impidió que Buñuel la comercializara más tarde fuera de las fronteras.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Tercera etapa del exilio: México
Con el arranque de la Guerra Civil Buñuel, que se había mantenido fiel al bando republicano, tiene que marcharse al exilio. Primero migra a Francia, donde reside un tiempo, y después se marcha de nuevo a Hollywood. Tras un periodo en norteamérica viaja a México con la intención de rodar una adaptación cinematográfica de la obra La casa de Bernarda Alba de Lorca y, aunque finalmente no se hace, decide instalarse allí.
Es en 1949, en México, cuando decide retomar su carrera como director cinematográfico, que había dejado estancada con el inicio de la contienda. En este periodo se ruedan algunas de las películas más importantes de la filmografía de Buñuel. Entre ellas destacan:
Los olvidados (1950)
En esta película el director vuelve a poner de manifiesto su preocupación por los problemas sociales. Al igual que con el documental Tierra sin pan, comienza destacando que bajo la sombra de la riqueza de las grandes urbes se encuentran las zonas más pobres y desfavorecidas.
Esta vez, en lugar de poner los ojos en su país de origen, hace una reflexión sobre los barrios bajos de Ciudad de México. Y vuelve a centrar la atención en la población más vulnerable: los niños.
El argumento gira entorno a Jaibo, un adolescente que escapa de un reformatorio y vuelve a su barrio. Días después comete un asesinato delante de su amigo Pedro, un niño que intenta ser bueno. A partir de ese suceso, Jaibo lleva a Pedro por el mal camino y sus destinos se ven truncados.
Esta película supone un canto hacia la cruda realidad. Es sorprendente la crueldad con la que se tratan temas como el machismo y el alcoholismo presentes en la sociedad que refleja.
Por otro lado, es destacable la visión que tienen los niños sobre la escuela, para ellos es como un castigo. Cuando Pedro va a la escuela para aprender un oficio piensa que perderá la libertad, equiparando el colegio a una cárcel.
También pone de manifiesto la ignorancia de la población, que se mantiene aferrada a creencias populares. Por ejemplo, una mujer que está enferma piensa que va a ser curada por una paloma.
El cineasta tampoco deja escapar la oportunidad de indagar en el mundo de los sueños y lo hace a través del personaje de Pedro. Llama la atención la técnica de ralentización que utiliza para describir el mundo onírico del niño, donde muestra las preocupaciones del personaje.
Lo que Buñuel y Luis Alcoza, guionistas de la película, pretenden mostrar en esta narración es la hipocresía que hay entre las dos caras de una misma moneda. De un lado, la evolución y riqueza del centro de una gran ciudad, con una población acomodada. De otro, una periferia pobre en la que prima la delincuencia, la pobreza y la involución, problemas que quedan en la penumbra del sistema político.
Con el estómago lleno todos somos mejores.
La reacción tras el estreno de la cinta en Ciudad de México no fue nada afable. Aunque más tarde obtuvo reconocimiento en el Festival de Cannes y fue nombrada Memoria del Mundo por la Unesco.
Él (1952)
Es un filme rodado en 1952 basado en el libro homónimo de la escritora española Mercedes Pinto. Narra la historia de Francisco, un hombre de alta cuna que se obsesiona por conseguir el amor de Gloria, novia de su amigo.
Finalmente, los amantes terminan casándose y su matrimonio se convierte en un infierno debido a los celos y las obsesiones del protagonista.
En este melodrama también aparecen dos ingredientes fundamentales en las películas de Buñuel: la iglesia y la alta sociedad. Es en un entorno eclesiástico donde arranca la narración, durante la celebración del Jueves Santo. Allí se van a conocer los protagonistas, ambos de clase acomodada.
Pronto aparece uno de los conceptos fundamentales que irá ganando protagonismo durante el visionado del filme: la paranoia. Como si de un estudio sobre un animal racional se tratara, el director «disecciona» la mente del personaje protagonista. Y es que, como espectadores, somos testigos del » viaje» de Francisco hacia el delirio a través de la realidad subjetiva y la búsqueda de su propia percepción sobre la realidad.
También se puede apreciar confusión entre los conceptos de amor y obsesión. Existe una clara sumisión por parte de Gloria hacia su marido al principio, incluso, una especie de «tolerancia tóxica» hacia su comportamiento.
Poco a poco Francisco comienza a creer que todo lo que acontece va en su contra y piensa que su esposa le es infiel con cualquier hombre que se le acerca, llegando incluso a maltratarla física y psicológicamente.
Por otro lado, se puede observar cómo la sociedad de la época justifica ese comportamiento por parte del hombre hacia la mujer cuando Francisco manipula a su suegra y al cura con sus delirios. Éstos dan a entender que la joven tiene que satisfacer los caprichos de su marido. El cura, incluso, llega a tachar su conducta como «ligera».
Buñuel tampoco deja a un lado su obsesión por los animales que, aunque no aparecen de forma explicita, lo hacen a través del discurso del protagonista mientras se encuentra subido en la torre del campanario. En él equipara a los humanos con gusanos.
Él quizá sea una de las películas más personales de la filmografía del director o al menos así lo ha evidenciado en alguna ocasión asegurando que «quizá sea la película donde más he puesto yo. Hay algo de mí en el protagonista».
Es, sin duda, una crítica a la mentalidad de la sociedad de la época, basada en convencionalismos y creencias arraigadas en las ideas religiosas. Un filme que, aunque no tuvo tanta repercusión como otras cintas del director, no deja indiferente a nadie.
Ensayo de un crimen (1955)
Ensayo de un crimen también es una adaptación de una novela, esta vez del escritor mexicano Rodolfo Usigli. Esta historia, en clave de humor negro, gira en torno al personaje de Archibaldo, un niño consentido descendiente de una familia acomodada, que vive obsesionado con una caja musical de su madre.
Su institutriz le cuenta una historia relacionada con la caja, en la que confiesa que la misma tiene el poder de conceder deseos. De este modo, el niño desea que su niñera muera y ésta es víctima de un disparo.
A partir de ese momento, todo lo que acontece a Archibaldo, ya adulto, girará en torno a ese suceso, ya que piensa que sus deseos han sido concedidos por la caja y se declara culpable, ante un juez, de la ola de crímenes que supuestamente el mismo ha desencadenado.
La película comienza contextualizando la historia en la revolución mexicana mientras una voz en off, la del protagonista adulto, nos describe su infancia y cómo, desde un acontecimiento que ocurrió en esa época, ha estado condicionada su vida desde entonces.
En ese momento nos presenta el elemento catalizador de la historia: la caja musical.
Este objeto va a desencadenar un cambio en su vida de niño, con el asesinato de su niñera, y posteriormente de adulto cuando recupera la caja en un anticuario. Es interesante cómo su sonido va a hilar acontecimientos del pasado y del presente.
El uso de una estructura circular hace que la película parta de una escena, cuando Archibaldo está confesando sus supuestos crímenes ante un juez tras la muerte de una monja, y vuelva a la misma casi al final de la película. El resto de la historia se cuenta a través de flashbacks.
Es fundamental el papel que juega la imaginación del personaje, la delgada línea que existe entre el deseo del protagonista y la casualidad de los acontecimientos, que finalmente desembocan en una «historia de locos».
Archibaldo señala el objeto como el culpable de despertar su instinto criminal hasta que, finalmente, se deshace de la caja arrojándola en un lago, como si de esta forma se librara de su psicopatía.
Al igual que en otras películas de este periodo buñueliano, se hace una dura crítica a la sociedad burguesa, casi todos los personajes son relativos a esta clase social, y también hacia la Iglesia.
Viridiana (1962)
Basada en la novela Halma de Galdós, esta película supuso una tregua al exilio de Buñuel. Aunque es una coproducción hispano-mexicana, el director viajó hasta su país natal para rodarla.
Finalmente se ganó las duras críticas del Vaticano, que la tachó de blasfema, y el régimen franquista la prohibió durante quince años en España.
El filme narra la historia de Viridiana, una novicia que sale del convento para visitar a su tío don Jaime, un adinerado terrateniente.
Pronto el hombre intenta violar a la joven, fantaseando con el gran parecido que tienen con su esposa fallecida.
Aunque, finalmente se arrepiente y no lleva a cabo el acto, se acaba suicidando preso de su conciencia.
Después de esta acontecimiento, Viridiana hereda los bienes de su tío y, aunque no vuelve al convento, decide predicar el bien acogiendo a un grupo de mendigos en la casa. Pero su caridad termina conduciéndole hacia el mal.
En alguna ocasión el propio Buñuel se refirió al personaje protagonista como:
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Viridiana es una especie de Quijote con falda.
En cierto modo, podemos ver a Viridiana como un personaje débil y pasivo que, al principio de la película, se mueve en base a las decisiones de los demás. Pero, poco a poco, la protagonista va evolucionando de acuerdo a los acontecimientos que le ocurren y finalmente se convierte en un personaje más maduro y menos influenciable.
Una vez más la iglesia es un elemento a juzgar en este filme. A lo largo del mismo, aparecen diferentes representaciones del mundo eclesiástico. La máxima representación se da de la mano de Viridiana, monja en potencia y creyente. Otros elementos religiosos que aparecen son: la corona de espigas y una navaja con forma de crucifijo. Aunque quizá uno de los momentos más significativos es cuando se intenta clonar en escena el cuadro de La última cena de Leonardo da Vinci.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Esta obra de Buñuel también hace notar la mejora en la estética fotográfica. Con respecto a películas anteriores, las imágenes de esta son más limpias y cuidadas.
Viridiana no fue una película más del director. Aunque supuso un intento fallido de volver a rodar en su tierra y un objeto de duras críticas, también fue una de las películas más veneradas del director al convertirse en la ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
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El ángel exterminador (1962)
Tras un breve periodo en España, Buñuel regresa a México para continuar rodando películas. En 1962 estrena El ángel exterminador, en la que vuelve a indagar en la vida burguesa.
El argumento gira en torno a una reunión de la alta burguesía celebrada en la lujosa mansión del matrimonio Nóbile. Después de una larga cena, cuando llega la hora de volver a casa, los invitados descubren que, por razones desconocidas, no pueden salir del salón. Allí pasan varios días y la situación pasa de una cena llena de lujos a una lucha por la supervivencia.
El surrealismo vuelve a imperar en este filme en el que el espectador, al igual que los personajes, se pregunta: ¿por qué no pueden salir de la casa?
Nadie lo sabe, ni el espectador ni los personajes. El elemento catalizador que hace sospechar sobre lo que ha podido ocurrir es la repentina huida de los criados de la mansión de los Nóbile. Sin embargo, jamás se descubrirá el misterio.
La mayor parte del discurso se desarrolla en una misma localización, lo que hace que el espectador sienta que ha perdido la noción del tiempo de no ser por los diálogos, el cambio aspecto de los personajes, o el reloj que aparece de fondo en contadas ocasiones.
Del filme se puede extraer una lectura antiburguesa, en él se muestra la verdadera cara de la clase acomodada.
Al principio de la historia, cuando comienza la fiesta, todos se esconden detrás una fachada de hipocresía y mantienen entre ellos conversaciones insustanciales pero, como si de un reality show se tratara, poco a poco cada uno de ellos va mostrando su personalidad.
Se descubre que, cuando son sometidos a una situación «extrema», no dejan de ser animales con instinto de supervivencia. Es entonces cuando se despojan de adornos y riquezas para demostrar que no son más que nadie.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. La última etapa: Francia
La última fase de su carrera cinematográfica transcurre en Francia. Allí se trasladó y contó con mayores recursos y medios para grabar algunas de las obras que lo llevaron a la cumbre del séptimo arte.
Bella de día (1967)
Bella de día está basada en la novela Belle de Jour de 1928 del escritor Joseph Kessel. Supone una crítica clara, pero sutil, de la alta sociedad contemporánea, donde se vuelve a recuperar el surrealismo típico del cine buñueliano.
La historia narra la vida de Séverine, una muchacha joven que está casada con un médico y que no puede tener relaciones debido a un trauma infantil. Es por ello que decide transformarse durante unas horas en Belle de Jour, una prostituta, y llevar una doble vida en secreto aunque, finalmente, es descubierta por un amigo de su marido.
Una joven Catherine Deneuve interpreta a Séverine, un personaje ambiguo y distante con el que resulta difícil empatizar, que vive en un entorno burgués en el que se muestra la frialdad de las relaciones personales. Un día decide salir de esa «vida aburrida» para convertirse, durante unas horas, en otra mujer en una casa de citas.
A través de la protagonista, Buñuel vuelve a indagar en el mundo de la fantasía mediante escenas que forman parte del mundo imaginario del personaje, aunque despierta dudas en el espectador sobre si son reales o no, entre lo que es fantasía o realidad. Es curioso cómo casi siempre en las fantasías de Séverine esta es humillada por su marido.
Por otro lado, la temática tratada en la película supone el destape de muchos temas tabú en la época como, por ejemplo, la prostitución, en este caso llevada al terreno de la alta sociedad. Aunque lo trata de manera muy sutil.
Es, posiblemente, una de las películas técnicamente más cuidadas del director, atendiendo al tratamiento de color en la fotografía y al uso de atractivos encuadres. La estética del filme denota la madurez cinematográfica del cineasta en su última etapa.
A pesar de la controversia que generó la temática atrevida de la película, lo llevó a ganar el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia.
El discreto encanto de la burguesía (1972)
El discreto encanto de la burguesía es una de las últimas cintas de Buñuel y la que lo llevó a ser el primer director español en conseguir el Oscar en la categoría de mejor película extranjera.
En ella vuelve, a tener a la burguesía francesa como telón de fondo. Moviéndose entre la comedia y el absurdo, el argumento gira en torno a seis personajes, tres parejas, que, por diferentes motivos, ven truncadas sus intenciones de ir a cenar.
Esta película innovadora y rompedora en la época podría tener perfectamente el atributo de «atemporal», ya que su argumento podría ser extrapolable al presente, sigue impactando al espectador hoy en día.
Al igual que en la película El ángel exterminador, hace una radiografía de la burguesía en su conjunto. La retrata como una clase social que intenta mantener siempre las formas, la elegancia y los buenos modales, incluso, en las situaciones más absurdas.
Es una película divertida en la que no centra la atención en un solo personaje, sino que abre paso a un protagonismo coral ambiguo y sin evolución de los individuos.
El protagonismo grupal también se refleja en la técnica, que justifica la escasa utilización de primeros planos, dando protagonismo a encuadres más amplios en el que son los propios actores los que desenvuelven una magnifica «coreografía» dentro del mismo.
Buñuel tampoco deja atrás el mundo de los sueños y la dificultad que supone distinguir entre el mundo onírico y el real. Se arriesga y va más allá presentando, incluso, sueños dentro de otro sueño.
Esta joya cinematográfica, bañada en ironía y sátira, deja abierta la puerta al espectador para sacar diferentes interpretaciones, y su visionado no deja indiferente a nadie.
Breve biografía de Luis Buñuel
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Luis Buñuel fue un cineasta español nacido en febrero de 1900 en una pequeña localidad aragonesa. Allí pasó su infancia y posteriormente se trasladó a Zaragoza donde estudió junto a sus hermanos en colegios religiosos.
Cuando estudió bachillerato descubrió el libro El origen de las especies (1859) de Darwin, que le llevó a cambiar su concepción sobre la religión. Aquí, en esta etapa también surgió su interés por la entomología que se convertirá, junto al hecho religioso, en una de sus grandes obsesiones y condicionará su obra cinematográfica.
En 1917 se trasladó a Madrid con la idea de estudiar Ingeniería Agrónoma, aunque finalmente no logra acceder a la facultad. Ya en la capital, vive en «La Residencia de estudiantes», centro Krausista, donde conoce a algunos vanguardistas más destacados de la época, los denominados como La generación del 27: Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti, Federico García Lorca y Salvador Dalí, con los que mantuvo una estrecha amistad.
Permaneció siete años en el centro de estudiantes y cambió de estudios en diferentes ocasiones, hasta matricularse finalmente en Filosofía y Letras. Su periodo en la capital condicionó su carrera ya que, gracias a su interés por las vanguardias, forjó las bases que explicarían su forma de entender el cine.
Las 4 etapas del cineasta más peculiar llamado Luis Buñuel. Filmografía completa:
- Un perro andaluz, 1929
- La edad de Oro, 1930
- Las Hurdes, 1933
- Gran Casino, 1947
- El gran Calavera, 1949
- Los Olvidados, 1950
- Susana, 1951
- La hija del engaño, 1951
- Una mujer sin amor, 1952
- Subida al cielo, 1952
- El bruto, 1953
- Él, 1953
- La ilusión viaja en tranvía, 1954
- Robinson Crusoe, 1954
- Ensayo de un crimen, 1955
- El río y la muerte, 1955
- Así es aurora, 1956
- La muerte en el jardín, 1956
- Nazarín, 1959
- Los ambiciosos, 1959
- La joven, 1960
- Viridiana, 1961
- El ángel exterminador, 1962
- Diario de una camarera, 1964
- Simón del desierto, 1965
- Bella de día, 1967
- La Vía Láctea, 1969
- Tristana, 1970
- El discreto encanto de la burguesía, 1972
- El fantasma de la libertad, 1974
- Ese oscuro objeto del deseo, 1977
Fuente: Marián Ortiz