La regla crítica por Carlos Penas: El sueño de una sociedad dormida por culpa de las nanas cantadas por los influencers…
La plaga de los estólidos. Lo chungo del higo chumbo es la pelusa que reprende al estúpido sin desafíos de ningún tipo, y César Casmo le dio la espalda al viento para no interferir en el planeo de sus imperceptibles púas, ataviado con camisa de manga larga, con pijama de pierna suelta y entera, con botas mosqueteras y con guantes de antebrazo, con careta de soldadura y sin medieval armadura.
Esgrimiendo la espada de bambú se batió sin duelo entre las espinas y sembró el suelo de rojizos moribundos que mantenían viva la frescura de una muerte digna, y los zarandeó una y otra vez por la tierra con el meneo del escobón y el bombeo del corazón, y los trasladó en sacos hasta la encimera de su cocina, guardando silencio para no interrumpir las trompetas mejicanas y sin decretar ni un solo minuto de luto.
Y depiló los higos para entregarse a sus pulpas de gelatina pulposa, sin vello alguno que agrietase el gesto de un ceño fruncido por la decepción y sin reparar en el sueño de una sociedad dormida por culpa de las nanas cantadas por los influencers.
Le indignaban los indignados sin dignidad y se le hinchaban los cojones cuando vislumbraba el adoctrinamiento con el que sodomizaban a los individuos. Llegará un día en que nos meterán un termómetro por el culo con la disculpa de tomarnos la temperatura, pensó César Casmo, recto por el puto recto y sin girar a izquierda ni a derecha, y nos implantarán un microfashionchip que nos convertirá definitivamente en carne y solo carne, y aprovecharán la de los difuntos para chuletones sazonados y los colgarán de nuestros cuellos para hacernos la foto de prontuario, para identificarnos sin marcarnos con hierro caliente ni estamparnos con tintas homologadas, para recordarnos a qué mierda de país pertenecemos y cuál será nuestra fecha de caducidad.
Y procurarán nuestro distanciamiento de la filosofía para no educarnos en la libertad de pensamiento, y aprobarán por Decreto Ley el Régimen Español del Sistema Educativo Social (RESES), y separarán las aulas con las rejillas de los gallineros y nos venderán la idea de que son una solución constructiva sostenible.
Y serán demasiados los necios que favorezcan la desaparición de ese equilibrio natural que les había permitido vivir en este planeta, y entonces se les afinará la voz porque lo único que desearán antes de morir será cantar, y tendrán las cabezas como trapos, y los trapos no piensan, volvió a pensar, entre la frescura de las frutas prohibidas.