Hoy os traemos un álbum que hará las delicias de los amantes de la naturaleza:«Osa», a partir de un texto de José Ramón Alonso, ilustrado por Lucía Cobo.
La historia comienza en otoño y la protagonista de nuestra historia, Osa, está sola, buscando semillas e intentanto conseguir una última fruta que haya resistido tras el verano. Pero el aire es cada vez es más frío y los días ya son más cortos, así que Osa decide excavar un hueco junto a una gran roca para protegerse de la helada nieve, que pronto lo cubrirá todo con su manto.
En su cálido refugio, Osa pasa la hinóspita estación invernal, hasta que una señal le indica que ha llegado la cálida primavera. Es el momento en que nuestra protagonista decide salir de nuevo fuera para dejar que el sol la acaricie, pero una gran sorpresa le acompaña. Osa ahora no está sola, pues alguien ha llegado para acompañarla en esta nueva primavera que comienza…
La sencilla historia de Osa nos narra, de una forma poética y muy hermosa, la maravilla del ciclo vital de la naturaleza, haciendo un paralelismo de la misma con el ciclo vital de la osa protagonista. Los autores, a través de frases breves, pero sutiles, que aparecen acompañadas de unas bellas ilustraciones realizadas en acrílico y lápiz, consiguen, con gran acierto, hacer una similitud entre el nacimiento de una nueva estación, tras un periodo de letargo, con el nacimiento de una nueva vida, la que Osa lleva dentro.
No podemos decir otra cosa, nos ha encantado esta maravilla de álbum ilustrado, editado por Narval. Nos ha agradado enormemente, mientras disfrutábamos de su lectura, imaginar que una nueva primavera pudiese venir siempre acompañada de una nueva e inocente vida, ajena a cualquier problema y que esta felicidad se puediera contagiar a los demás, como inunda la cara de nuestra protagonista, que ya nunca más tendrá que afrontar el invierno sola.
«Osa» es una historia para leer despacio, de forma pausada, con mucha calma, dejándose atrapar, además del texto, por la belleza de sus ilustraciones cargadas de poesía y buenas dosis de simbolismo…
Por José Carlos // Publicado por soñando cuentos