Sus ideas llamativas, originales y diferentes han sabido darle vida y un nuevo espíritu a un arte tradicional que estaba en desuso: la cerámica. El oficio de ceramista se remonta cinco generaciones en su familia, legándose de padres a hijos de la misma forma que lo han hecho sus nombres y apellidos. Todo comenzó con un horno moruno levantado en 1861 alrededor del que se construyó una zona de tornos y taller de modelado en un modesto cobertizo de madera.
En sus instalaciones actuales tienen más espacio y mejores hornos, pero conservan el taller primigenio el cual han integrado en su espacio de trabajo. De esta misma forma entienden su profesión, innovando sin olvidar toda la experiencia acumulada y heredada de sus ancestros.
MALLORCA | Concepció, 5. Palma. www.ceramicaterracuita.com