Todos estos influencers se exponen hasta las amígdalas, ignorando las salvaguardas del pudor más elemental. Se entregan al porno facial y no dejan un poro sin exhibir, despreciando la coquetería de la iluminación y del maquillaje. Porno facial, el infierno de los otros y ruido. Supongo que me quedé mirando más de la cuenta, como…