La regla crítica: Una discusión de cojones. Don Justo bautizó sus testículos el mismo día que juró su cargo como presidente del Gobierno, poniéndolos a remojo en un bidé y llamándoles Agusto, a uno, y al otro, Disgusto. Desde ese momento, y en nombre de los que piensan que para gustos y disgustos se pintan…