Cuando leemos todos los días que una “inteligencia artificial” (IA) ha realizado un nuevo prodigio estamos introduciendo una evidente contradicción, porque dichas “inteligencias” no son inteligentes. Sherlock Holmes es inteligente y ChatGPT, no. Elemental, mi querido Watson. Dentro de las figuras lógicas literarias, el oxímoron implica contradicción. En efecto: cuando tantas veces hablamos de los “muertos…