La regla crítica: Pum Pum Pum. Para rendir culto a la oscuridad eterna, para que el espectáculo continúe, para interesarnos sólo por saber quién era aquel niño y poderle llamar Dios, y celebrarlo a ritmo de un festivo 35 de diciembre, pum, pum, pum, No sé a qué niño se le habrá caído aquella bolita…