La regla crítica: Excepticismo. Concibo el orgullo como un precioso paradigma de autoestima personal hacia algo propio, con una vida paralela a la naturalidad y perpendicular a la soberbia que pretende desagraviar nuestra vanidad, a un solo paso de limpiarnos el culo con servilletas que agradecerían nuestra visita a la toilette, sin ser negacionistas. Creo…