No tengo ninguna intención de provocar, pero sí de remover las entrañas. Enrique Marty y cuando lo familiar nos resulta inquietantemente extraño. Lo perverso, lo cruel, no están en mi obra, sino fuera, justo donde termina físicamente, en la emoción que genera. Ahí empieza la crueldad de verdad. Lo que ve el espectador es lo…