Como el tiempo perdido: ¡Despierta!. Llevo tiempo preocupado por mi dueño. Nunca descansa. Siempre de aquí para allá, abstraído. Y eso cuando nos vemos, porque la mayoría del tiempo lo pasa trabajando. Y yo le espero, mirando por la ventana, dando vueltas por la casa, dormitando. Él lo es todo para mí, mi mundo, mi…