Más de tres décadas lleva provocando Bettina Rheims, jugando con la belleza y la imperfección humana, las dos e intrincadas caras de la misma moneda.
El provocativo erotismo de la fotógrafa Bettina Rheims. Es es una artista, modelo y fotógrafa francesa que creció en una familia acomodada y en un círculo social que giraba en torno a la intelectualidad de ese entonces.
Se zambulló de lleno en la fotografía cuando hizo una serie a varias strippers y acróbatas en 1978, y que tuvo gran éxito en las dos exposiciones que hizo en el Centre Pompidou y en la Galerie Texbraun en París.
Su trabajo más famoso fue con la colaboración del escritor Serge Bramly, titulado “Chambre Close” una serie de fotografías, donde la protagonista eran mujeres desnudas, en habitaciones de un hotel decoradas con anticuados tapizados.
Sin embargo, lo interesante de esta serie son las poses de las modelos: exacerbando el erotismo y la sensualidad que al mismo tiempo reflejan una seguridad y un placer puramente femenino. Seductoras al mismo tiempo que poderosas.
Su fotografía pretende trascender más allá del erotismo y dar un mensaje claro que busca romper las barreras de los estereotipos femeninos a partir de sí mismos.
Bettina Rheims ha ganado una gran cantidad de reconocimientos y es actualmente identificada como unas de las mejores fotógrafas de nuestro tiempo. Es una importante fotógrafa de moda que basa sus trabajos, principalmente, en retratar la feminidad.
El provocativo erotismo de la fotógrafa Bettina Rheims. Antes de dedicarse al noble arte de la fotografía, Bettina probó suerte como modelo, periodista y marchante de arte.
«Desde la primera vez que la usé supe que quería ver a través de ella a mujeres quitándose la ropa. Empecé a preguntar a mis amigas y ninguna quería desnudarse para mí, así que empecé a trabajar con strippers anónimas», relataba.
Comenzó a dedicarse profesionalmente a la fotografía en los años 70. Con el tiempo llegarían los contratos publicitarios – Chanel , Diane von Furstenberg – y los retratos a poderosas mujeres como Madonna, Kate Moss, Monica Bellucci, Milla Jovovich, Naomi Campbell o Catherine Deneuve.
Discípula de Helmut Newton, asegura que fue él quien se lo enseñó todo:
«Yo era sólo una estudiante y recuerdo que durante tres o cuatro años estuve yendo cada martes a su estudio para enseñarle mis últimos trabajos. Él básicamente se dedicaba a enseñarme sus fotos y después echaba abajo las mías criticándolas sin piedad. Era duro y muchas veces me iba llorando. Cada vez que salía de su estudio me prometía a mí misma no ver jamás, pero llegaba el martes siguiente y llamaba a su puerta de nuevo. Realmente lo amaba», rememoraba.
Con una cuidada escenografía y una estudiada coreografía –»un tango perfecto», como las describe el escritor y exmarido de la fotógrafa, Serge Bramly–, la obra de Rheims, nombrada Chevalier de la Légion d’honneur francesa, ha sido expuesta en algunos de los principales museos de todo el mundo y recogida en numerosos volúmenes y coffee table books.
El provocativo erotismo de la fotógrafa Bettina Rheims. Por Juan Yuste