Cuando uno contempla la obra de Vergvoktre se le viene a la cabeza la misma pregunta que cuando ve una película de Cronenberg o Lynch, ¿qué clase de mente enferma puede crear algo así?
El arte siniestro del misterioso artista ruso Vergvoktre. Edgar Allan Poe, Lovecraft o el mismísimo Goya con sus «Pinturas Negras» son artistas que han encontrado belleza en el lado oscuro, en todo lo inquietante y lo bizarro que tiene que ver con el infierno, la maldad y lo aberrante conectando, así, con ese gusto que muchos tenemos por lo que nos inquieta y nos produce desasosiego.
Pero, en seguida entiendes que esa enfermedad mental es contagiosa, que hallas conexiones con el extraño placer que te produce ver este tipo de creaciones que se realizan sin pudor ninguno, dispuestas a generar en nosotros emociones fuertes, sentimientos oscuros.
El arte siniestro del misterioso artista ruso Vergvoktre nos invita a su particular galería de los horrores en la que conviven criaturas espeluznantes, personas condenadas, ritos satánicos, abismos infinitos, fantasmas atormentados, brujas, ocultismo, asquerosos insectos y todo lo relacionado con el mismísimo averno.
Mezclando en sus temáticas, la religión, la eterna lucha entre el bien y el mal, la decadencia y los descensos a los infiernos de manera literal y figurada, el artista ruso da puñaladas de realidad, a golpe de metáfora visual, a una sociedad podrida que radiografía sin piedad y crueldad.
Usando el carboncillo consigue esa estética oscura y ese trazo desgarbado y decadente que provoca desazón.
Vergvoktre, consciente de lo que provoca su obra, suma misterio a su leyenda con una escasa presencia en redes, con lo que consigue aumentar el enigma sobre su persona y sobre su grotesco concepto.
Mirar los cuadros de Vergvoktre es mirar hacia ciertas partes de nuestro yo interno, ese que, quizás, nos da miedo descubrir.
El arte siniestro del misterioso artista ruso Vergvoktre. Por John Headhunter