Hélène Delprat explora las cuestiones del registro, la memoria, la identidad y los viajes desarrollando una obra llena de autodesprecio
Una obra de autodesprecio de Hélène Delprat. Inspirándose en la literatura como Las Metamorfosis de Ovidio, en el cine como Les Enfants Terribles de Melville y en la cultura de la radio, el trabajo de Hélène Delprat explora las cuestiones del registro, la memoria, la identidad y los viajes.
Las obras de Delprat vienen a funcionar como una suerte de Libro de Horas, donde la ficción y el documental se entrelazan, siendo a la vez sensibles y oscuros. Hélène igualmente acepta la idea de la muerte como un evento escandaloso, monstruoso y melancólico.
Narraciones personales de automenosprecio
Hélène Delprat (Amiens, 1957) mezcla en su obra el documental y la ficción para generar narraciones personales de automenosprecio en las que aborda temas universales inspirándose en diferentes fuentes, que van desde la literatura clásica o la romántica hasta el cine negro o el francés, pasando por la radio, y las trabaja usando varias técnicas como el dibujo, la pintura, la fotografía o el vídeo.
Delprat usa la cotidianeidad para examinar las múltiples partes de la vida y la muerte, haciendo hincapié en esta última. A través de sus diarios, dibujos de radio y falsas entrevistas, encuentra momentos de humor en medio de la tristeza y descubre trazas de humanidad en nuestro mundo, cada vez más digital.
Un poco más sobre Hélène Delprat
Hélène Delprat (n. 1957, Amiens) vive y trabaja en París. Inició su trayectoria artística como residente en la Academia de Francia en Roma entre 1982 y 1984. Su obra está presente en diferentes colecciones públicas y privadas de todo el mundo, entre las que destacan la Pinault Collection, la Bibliothèque nationale de France, el Centre national d’art et de culture Georges-Pompidou y la Fondation Cartier de París o el MoMA de Nueva York.