El venerado pintor Tyeb Mehta pasó la mayor parte de sus años contemplando la condición humana. Figuras lumpen, al estilo de Bacon, híbridos, deformados y desmembrados.
La condición humana reflejada en la obra de Tyeb Mehta. Cuando era joven, fue testigo de primera mano de la violencia que acompañó a la partición de la India, un evento que fue fundamental en la formación de su visión artística.
La partición se describió en la Ley de Independencia de la India de 1947 y fue la disolución del Raj británico, es decir, el gobierno de la Corona en la India.
La lucha y el sufrimiento son temas dominantes en su obra desde el principio. Desde la situación indefensa del toro atado en los mataderos de Mumbai a la figura que cae precipitadamente hacia su abismo metafórico al tirador de rickshaw, tal como lo describió Mehta, “enjaulado en un vehículo que se ha convertido en una extensión dolorosa de su cuerpo”.
Las pinturas ofrecen una visión desilusionada, aunque aguda y fundamentalmente humana, del mundo moderno. A medida que los cuerpos de Mehta se empujan y tiran entre sí, la compasión y la destrucción se vuelven intercambiables.
Figuras lumpen, al estilo de Bacon, híbridos, deformados y desmembrados, agitando los brazos. Las líneas diagonales irregulares de sus cuerpos cortan planos de color aumentando su impacto.
El trabajo de Tyeb Mehta está cargado de tensión visual y simbólica
Un dinamismo intenso, a menudo brutal, define el trabajo de Mehta: Dramático en su yuxtaposición de opuestos: bueno y malo, masculino y femenino, muerte y vida, color contra color.
Nacido en Gujarat, Mehta pasó sus primeros años trabajando como editor de películas en un laboratorio de cine. Su amor por la pintura y una introducción al funcionamiento del Grupo de Artistas Progresistas de Bombay redirigieron su camino hacia Sir J.J. School of Art donde se graduó en 1952.
De 1959 a 1964 vivió en Londres y recibió una beca Rockefeller; lo trajo a los Estados Unidos en 1968, donde su obra pasó por varios cambios estilísticos. Se le considera uno de los mejores artistas de la India y fue el primero entre los artistas indios en vender obras en una subasta por más de un millón de dólares.