Hay lugares que no necesitan alardes para dejar huella.
Acros Café Bar: El refugio cotidiano que conquista Alaró. En el corazón de Alaró, un pueblo mallorquín que aún sabe conservar la calma entre montañas, el Acros Café Bar se ha convertido en uno de esos refugios donde la vida cotidiana respira con naturalidad. Situado junto a la plaza de la Vila, su terraza funciona como un punto de gravedad que atrae a vecinos, ciclistas, caminantes y curiosos que pasan por el centro buscando una pausa auténtica, sin filtros ni artificios.
Lo primero que seduce de Acros es su ambiente despojado pero cálido, ese tipo de sencillez que solo pueden ofrecer los bares que no intentan demostrar nada. Su terraza, con vistas a la plaza, invita a quedarte, a conversar, a dejar pasar el reloj sin prisa, tomando un café o unas cañas mientras pasa la vida del pueblo. El bar ha sido y sigue siendo un punto de encuentro habitual, un espacio de ocio diario y nocturno que forma parte del latido cotidiano de Alaró.


Aquí las mesas no compiten por protagonismo, la decoración no exige atención, y la música, cuando la hay, acompaña sin perturbar. La escena la marca el paisaje humano, parejas que comentan el día, jubilados que mantienen viva la conversación del pueblo, grupos de amigos que se saludan de mesa en mesa, y visitantes que observan con curiosidad ese pequeño teatro de la vida local.
Acros es, ante todo, un bar que pertenece a Alaró, y eso se nota. No busca impresionar, sino acompañar. Es un lugar donde las conversaciones fluyen con la misma naturalidad que la luz que cae sobre la plaza. Un rincón en el que uno puede sentirse parte del pueblo, aunque sea solo por un rato. Y, precisamente por eso, sigue siendo uno de los bares más queridos y necesarios de Alaró.
Para más información: acroscafebar
- ¿Cómo llegar y reservar? Verge del Refugi, 11, Alaró, Illes Balears (Mallorca)
Acros Café Bar: El refugio cotidiano que conquista Alaró. Por Bernd Eldelbar.

