Casa Planas se presentó como fundación en el Club Matador de Madrid,, pero lo que emergió fue un gesto performativo que desbordó los límites de lo institucional.
Casa Planas en Madrid: archivo, cuerpo y deglución turística, Marina Planas, en el décimo aniversario de su proyecto, ideó una acción que conjugaba archivo, cuerpo y gastronomía: Deglución turística. La propuesta involucró al chef Santi Taura, al artista y creador escénico Marc Caellas, al actor y escritor Esteban Feune de Colombí y a la soprano Maia Planas. Juntos ofrecieron un encuentro efímero en el que un menú se convirtió en metáfora de cómo digerimos nuestra historia y nuestro presente. Los invitados, al ingerir los platos de Taura, daban sentido a un “espectáculo extraño, inusual y enigmático”, donde la performance se activaba en el acto de comer.
“El acontecimiento gastronómico funciona como metáfora de cómo digerimos nuestra historia y nuestro presente vinculados con el monocultivo turístico, en un espacio de intercambio de conocimiento abierto, responsable y sostenible”, señalan desde Marina Planas Studio.
La acción, impulsada a partir de las fotografías del X Aniversario del Hotel Bahia Palace, custodiadas en el Planas Archive, transformó la memoria en experiencia sensorial y crítica.
La artista, nieta del fotógrafo y empresario Josep Planas i Muntanyà, trabaja con la memoria colectiva y el turismo, aportando una lectura contemporánea a los materiales de archivo que custodia Casa Planas, con más de tres millones de imágenes que permiten analizar la evolución turística y social.
Horas antes de la performance, también en el Club Matador, Marina Planas explicó la transformación de Casa Planas en fundación junto a Antonio J. Pradel. La misión de esta nueva organización será custodiar, conservar, estudiar y socializar el fondo documental del Planas Archive, fomentar la creación, la investigación y los procesos colaborativos, y continuar con la interpretación interdisciplinar del imaginario turístico. Casa Planas no se funda para consolidar, sino para vulnerar. No se inaugura, se fuga. Y en esa fuga encuentra su potencia en abrir grietas en la memoria, transformar la gastronomía en crítica y la performatividad en ética del presente.
Para más información: casaplanas.org
Casa Planas en Madrid: archivo, cuerpo y deglución turística. Por Mónica Cascanueces.

