Una celebración del mediterráneo, una forma de rendir homenaje a la tierra, al mar y a la memoria.
Mar y Paz y los arroces: un viaje sensorial por la cocina mediterránea. En su cocina, el arroz no es solo un ingrediente: es una promesa. Una promesa de sabores que despiertan recuerdos, de caldos que abrazan, de fuegos que cuentan historias. Aquí, en este rincón bañado por la luz del Mediterráneo, el arroz deja de ser cotidiano para convertirse en algo profundamente íntimo y sublime, un ritual que seduce desde el primer aroma.


Porque sí, el arroz alimenta, pero también sugiere, evoca, conecta. Es el alma de platos que nacen del mar y se cocinan con el tiempo, con paciencia, con ese respeto casi reverencial que solo los lugares auténticos conservan. En Mar y Paz no se habla de paella o arroz caldoso como si fueran recetas: se los nombra como obras vivas, lienzos efímeros donde se pinta con azafrán, mariscos recién traídos, fumets densos y secretos que solo se susurran entre fogones.
La cocina en Mar y Paz de Can Picafort es una especie de alquimia emocional.




El arroz se cocina como quien compone una canción: con ritmo, con alma, con pequeños gestos que marcan la diferencia. Ni un grano pasado, ni una nota fuera de lugar. Solo el punto exacto en que el arroz se vuelve textura, aroma, y esa explosión en boca que hace cerrar los ojos y sonreír. Porque en Mar y Paz, los platos no se sirven: se revelan. Cada cucharada es un viaje. Cada bocado, una sorpresa.
Y claro, como todo viaje, necesita sus cómplices. Una carta de vinos pensada con inteligencia no solo para acompañar, sino para seducir, y unos cócteles que juegan entre lo clásico y lo audaz, perfectos para abrir el apetito o prolongar el deseo. Aquí el vino y los arroces, tú y las circunstancias o las sugerencias no se encuentran por accidente: se reconocen, se miran, se entienden.


Para más información: marypazcanpicafort.com
- ¿Cómo llegar y reservar? Enginyer Felicià Fuster, 1, Can Picafort, Illes Balears (Mallorca)
Mar y Paz y los arroces: un viaje sensorial por la cocina mediterránea. Por Bernd Eldelbar.