Quizás quieras darle un apretón a las adorables criaturas de Maiko Kobayashi, todas cambiantes y con unos ojos caricaturescos y tiernos como los de un ciervo
Criaturas llenas de asombro infantil por Maiko Kobayashi. Cada una de ellas contiene matices y emociones complejas, si te tomas el tiempo de observarlas con atención y contemplación.
«Siempre he estado rodeada de criaturas encantadoras, como gatos y conejos, así que siempre he sido fanática de los seres y objetos adorables. A la hora de transmitir mis propias emociones en una obra creativa, nunca se me ha ocurrido incluir la forma ‘humana’.
La forma humana tiene múltiples características distintivas, como el sexo, la altura, el color de piel, etc. Estas características no encajan del todo a la hora de crear criaturas con apariencia caricaturescas llenas de asombro infantil afirma Maiko Kobayashi
Tengo la tendencia de dejar marcas en las pinturas. Cuando se trata de ‘errores humanos’, cada trazo forma parte de la imperfección, incluyendo el boceto y las líneas iniciales. Por eso, los trazos repetitivos y superpuestos son intencionales, ya que me encanta revelar la textura subyacente.
Las impresiones de mis criaturas no son solo un reflejo de emociones, sino una duplicación de capas y más capas de sentimientos. Quizás no puedas captar todos los sentidos que he intentado transmitir a primera vista, y la comprensión puede variar entre cada persona.
Hay capas: por ejemplo, primero puedes sentir vacío, luego una paz que emerge tras una mirada prolongada. A veces, mis criaturas reflejan una impresión de llanto, pero también podrían estar en un estado donde la tristeza acaba de pasar. Espero que mi público pueda desarrollar su propia interpretación; espero que mis imágenes sean un punto de partida para sus pensamientos».
Exposición de Maiko Kobayashi: A Place for Wandering Hearts
En la Galería Ascend, Hong Kong.