En su serie American Bedroom, la fotógrafa Barbara Pallian Peacock captura mucha de la magia y de los sentimientos que impregnan las almohadas y los colchones de los anónimos protagonistas que le relatan sus historias de cama.
American Bedroom: historias de cama por Barbara Peacock. La cama puede ser un refugio en el que podemos sentirnos más vivos que nunca o un limbo terrenal en el que abandonarnos a la muerte. Puede ser el pequeño espacio en el que podemos vivir la felicidad más inmensa o el hábitat asfixiante en el que sumirnos en la más absoluta tristeza. Sea lo que sea, sobre una cama ocurre gran parte de la vida.
La mayoría de nosotros guarda en su memoria un puñado de recuerdos imborrables que funcionan como el último resquicio de esos momentos que un día vivimos entre sábanas. En nuestro lecho, hemos tenido conversaciones trascendentales, hemos soñado a lo grande, hemos viajado sin movernos del sitio, hemos hecho el amor o nos hemos roto en un llanto.
Con el concepto American Dream como punto de partida de esta serie fotográfica y el ideal de vida que un día se le vendió a la sociedad estadounidense, Bárbara inmortaliza una intimidad que encarna el verdadero espíritu que debería estar conformando este sueño.
La fotógrafa comenzó con la idea de esta colección de sueños americanos observando a su marido mientras dormía. Acto seguido, empezó a fotografiar a sus familiares y allegados hasta que postuló para conseguir la beca Getty Editorial Grant y la obtuvo. Gracias a esta oportunidad empezó a viajar por EE.UU. y a capturar en su lente a cientos de desconocidos con lo que contactaba vía Facebook.
La heterogeneidad que muestra la amalgama de personas que protagonizan American Bedroom no solo es el reflejo de la diversidad y las diferentes aristas de la sociedad americana, sino que iguala a todas las personas con sus anhelos, deseos, condiciones, etnias y orientaciones en un espacio común: sus camas.
“No se trata tanto de que yo tome una fotografía, sino de que ellos cuenten su historia. En conjunto, son la voz de Estados Unidos”.
Con su serie, Bárbara no sólo ha hecho una increíble labor artística, sino que también ha usado su talento y su pasión para ser una mejor versión de sí misma.
“Como fotógrafa, me he vuelto más sensible a las personas y a la condición humana. Me detenía un poco para escucharlas de verdad y pasar más tiempo con ellas si así lo deseaban. Honestamente, algunas personas se sienten tan solas que quieren que me quede y hable, algo que he hecho en muchas ocasiones”.
La fotógrafa además de capturar a sus modelos, se ha preocupado de escuchar las historia detrás de sus vulnerables miradas, esas que al final también son las nuestras y la tuya.