Oriol Artigas y cómo buscar raíces en territorio propio.
¿Has probado alguna vez un vino natural?. Los vinos naturales son una auténtica joya de la viticultura. Son más que una bebida, son una forma de arte creada con pasión y respeto por la naturaleza. Sin productos químicos ni aditivos artificiales, estos vinos son el reflejo puro de la uva y la tierra de la que provienen. ¡Una explosión de sabores y aromas auténticos!
En cada sorbo, podrás sentir la esencia misma de la vid, el trabajo del viticultor y el alma del terruño. Los vinos naturales son un homenaje a la biodiversidad, la sostenibilidad y la tradición vinícola. Si amas la naturaleza tanto como amamos el vino, ¡los vinos naturales son para ti! Únete a esta fascinante aventura de sabores y aromas únicos, y siente la conexión con la tierra en cada copa.
El gran esfuerzo se debe hacer en la viña, el origen de todo. Con él descubriremos que Alella cada hallazgo, cada nueva parcela, se ha convertido siempre un nuevo tesoro
Después de trabajar durante un tiempo en varios viñedos catalanes mientras impartía clases de enología en la universidad local, había llegado el momento de que Oriol Artigas pusiera en marcha su propio proyecto: rejuvenecer los antiguos viñedos costeros de Alella para poder empezar a elaborar una excelente gama de vinos naturales, fuertemente influenciado por el mar Mediterráneo y las montañas en un intento de expresar la belleza natural de la zona. Su primera cosecha comercial fue 2011.
Sus ideales no intervencionistas no se detienen en el campo. La fermentación también se realiza de forma natural, con levadura salvaje tomando la función, y no interfiere con el mosto. Solo utiliza tinas de acero, ánforas y barricas de roble francés neutro, y el azufre nunca se utiliza en ningún momento de su proceso.. Además, los vinos se dejan sin filtrar y sin clarificar, sin el uso de estabilización por frío.
Oriol Artigas es de Vilassar de Dalt que proviene de una familia que hace trece generaciones que habita en la localidad. Han sido varios siglos de arraigo en el territorio que les ha permitido, a él ya sus antepasados, impregnarse, conocer y aprender a amar sin filtros el paisaje “maresmense”. Un buen día el joven de casa, que iba por químico (a la Jules Chauvet), anunció que se quería dedicar a elaborar su propio vino. Tal como él dice:
“Mi vida ha sido un continuo de casualidades y descubiertas. Me he ido cruzando con gente que de una manera u otra me han puesto en contacto con parcelas y fincas muy especiales “.
En este juego de descubrimientos no nos podemos olvidar de Francesc Tartera, un vecino de Tiana que tiene en propiedad algunas viñas y una pequeña bodega en Mas Pellisser, en Llinars. Tartera propuso un trato a Oriol: si él la ayudaba con las tierras, podría disponer de la bodega para hacer sus propias elaboraciones sin depender de terceros.
Su filosofía general es “cultivar los viñedos de la manera más natural y menos intervencionista posible, para permitir que las uvas expresen de la manera más intensa el paisaje del que provienen”. Trabaja unas 12 hectáreas en total, principalmente de viñas viejas. Permite que crezca vegetación entre las vides, poda muy poco y trabaja los viñedos principalmente a lo largo del calendario lunar.
Entre visitas a la viña, el trabajo en la bodega y las tareas de repartidor, Oriol Artigas todavía encuentra tiempo para impartir clases. Desde 2012 es profesor del Ciclo Formativo de Grado Superior de Marketing y Publicidad en el sector vitivinícola en el Instituto de Alella.