Un proyecto familiar que cruzó el océano
Xólotl: una década honrando la cocina mexicana en Palma. Cuando uno entra en Xólotl, en plena plaza Progreso de Palma, tiene la sensación de pisar un espacio construido con manos propias, con paciencia, determinación y una enorme carga emocional. No es casualidad, hace casi diez años, cuando Ceci Velázquez decidió subir la barrera del recién inaugurado restaurante, apenas tenían ochenta euros en la cuenta. Lo que sí les sobraba era confianza, casi testaruda, en un sueño compartido. La visión era clara, ofrecer cocina mexicana auténtica en un momento en que, en Palma, lo “mexicano” se asociaba más a una estética Tex-Mex que a tradiciones profundas.
En esa aventura no estaba sola. A su lado se encontraba su madre, Cecilia Gutiérrez, que lo dejó todo en México para acompañarla. A los 54 años, tras una vida dedicada primero a la medicina y después a la pastelería, tomó una decisión fulminante, cambiar de rumbo, cruzar el Atlántico y apostar por este proyecto familiar que hoy forma parte de la identidad culinaria del barrio. También se sumó Xavi Comas, cocinero y pareja de Ceci, quien completó el trío fundador. Entre los tres, y en apenas dos meses, pintaron paredes, lijaron muebles y prepararon cada detalle del local.
El inicio fue puro boca a boca: vecinos y curiosos que regresaban y recomendaban el lugar. Diez años después, muchos de aquellos primeros visitantes siguen siendo clientes fieles.

Sabores que respetan la tradición y que nacen desde el maíz
La fuerza de Xólotl está en su base culinaria, la cocina tradicional mexicana, elaborada con técnicas ancestrales que, lejos de diluirse con el tiempo, se refuerzan año tras año. El corazón de su propuesta es la nixtamalización del maíz, un proceso prehispánico que Cecilia domina con una maestría heredada de su abuela. Ella misma muele, transforma y da forma a cada tortilla que sale de su cocina. No hay atajos, cada pieza es artesanal y única.
De esas manos pacientes y expertas nacen algunas de las especialidades más celebradas de la casa: las tortillas de maíz hechas una a una, las gorditas, más gruesas, fritas y rellenas, y las enchiladas que combinan técnica, sabor y memoria. Pero lo que distingue a Xólotl es la capacidad de tender puentes, recetas profundamente mexicanas que a veces se fusionan con ingredientes locales, en un gesto que celebra la mezcla cultural de la familia y del entorno.
Hoy en día, gran parte de la producción se realiza en un espacio externo que les permite mantener estándares de calidad impecables y, además, les prepara para un paso importante: la llegada del servicio de comida a domicilio, previsto para principios de diciembre. Para un restaurante que nació con lo justo, este salto habla de constancia, profesionalidad y crecimiento orgánico.

Un rincón cultural que va mucho más allá de la mesa
Xólotl no es únicamente un restaurante: con el paso de los años se ha convertido en un pequeño centro cultural mexicano dentro de Palma. La decoración del comedor, presidida por la figura del dios azteca Xólotl, cabeza de perro y simbolismo protector, crea un ambiente íntimo y lleno de significado. Allí se celebran fechas señaladas como el Día de los Muertos o el aniversario de la Revolución Mexicana, con menús especiales que funcionan como un puente emocional para quienes viven lejos de su tierra.
Ceci lo resume con claridad: “Más que un negocio, esto se ha vuelto un hogar, un punto de comunión para la comunidad mexicana”.
Y esa idea se percibe desde el primer saludo hasta la última cucharada. El ambiente es cercano, cálido, lleno de esa hospitalidad tan característica de México. La comida es el hilo conductor, pero lo que se genera alrededor de ella, las conversaciones, la memoria compartida, el cariño del equipo— es lo que da identidad al lugar.
Después de diez años, la clave del éxito de Xólotl parece sencilla pero esencial: ofrecer un rincón genuino donde sentirse en México aunque uno esté lejos. Un espacio donde tradición y familia se mezclan con sabores profundos, donde el maíz cobra vida y donde cada plato cuenta una historia que empezó en Michoacán y encontró su casa en Palma.
Para más información: xolotl.es
- ¿Cómo llegar y reservar? Plaza Progreso 18A. Palma de Mallorca (Islas Baleares)
Xólotl: una década honrando la cocina mexicana en Palma. Por Bernd Eldelbar.

