Este plato es un homenaje a la pureza del mar y a la precisión del gesto.
Usuzukuri de hamachi en Salvaje Palma, una oda a lo esencial. En el corazón vibrante de Palma, no se limita a ser un restaurante japonés: es una experiencia sensorial que desafía convenciones y celebra lo indómito. Su propuesta culinaria no busca replicar, sino reinterpretar. Y entre sus joyas, el usuzukuri de hamachi brilla con luz propia.
Láminas finísimas de hamachi, cortadas con la destreza de un maestro, se disponen como pétalos translúcidos sobre el plato. No hay artificio, solo una reverencia al producto. La vinagreta especial Salvaje, con su equilibrio entre acidez y umami, acaricia el pescado sin eclipsarlo, revelando capas de sabor que evocan Japón pero dialogan con el Mediterráneo.
Cada bocado es una meditación: fresco, sutil, profundo.
El hamachi conserva su textura envolvente, mientras la vinagreta despierta el paladar con notas cítricas y salinas. Es cocina que piensa, que siente, que se atreve. No busca impresionar con exceso, sino conmover con autenticidad. Lo que distingue a Salvaje Palma es su capacidad de convertir lo exótico en íntimo, lo sofisticado en accesible. El usuzukuri de hamachi no es solo un plato: es una declaración de principios. Aquí, la técnica japonesa se encuentra con la sensibilidad mallorquina en un acto de imaginación culinaria.

Recomendarlo es casi un deber para quien busca experiencias gastronómicas que trascienden lo inmediato. Porque en Salvaje, el sabor no es solo sabor: es narrativa, es gesto, es arte. Y el usuzukuri de hamachi, con su delicadeza y carácter, encarna esa filosofía con elegancia feroz. Una experiencia salvaje, sí. Pero también profundamente humana.
Para más información: salvajepalma.com
- ¿Cómo llegar y reservar? Plaça de la Quartera, 7, Palma, Illes Balears (Mallorca)
Usuzukuri de hamachi en Salvaje Palma, una oda a lo esencial. Por Bernd Eldelmar.