En el vibrante escenario del arte contemporáneo, Larry Bell ha dejado una marca indeleble en el movimiento Luz y espacio de la década de 1960.
Larry Bell, el maestro de la luz y la forma. Durante más de seis décadas, Larry Bell ha estado fascinado por la luz. Trabaja en muchos medios distintos —incluidos el mobiliario, la instalación y el dibujo—. Pero, sobre todo, Bell es célebre por sus icónicas esculturas en forma de cubos de vidrio, que se han convertido en un referente del arte de la luz.



Ha influido en escultores como el minimalista Donald Judd y el artista de luz y espacio Peter Alexander en los años sesenta. En el centro de todo esto está el proceso único de Bell. En particular, utiliza una técnica industrial llamada evaporación térmica, que deposita una película metálica sobre el vidrio y crea los efectos ilusorios por los que Bell es reconocido.

Esta nueva dimensión sensorial ha abierto un terreno inédito en la manera de experimentar el arte. Bell se refiere al vidrio, célebremente, como “muros en pie” que generan experiencias efímeras y sensoriales. La estructura es esencial para proporcionar un marco de observación, invitando al espectador a reflejar su propio cuerpo en el espacio.

Incluso en sus dibujos en 2D, Bell crea la ilusión de tridimensionalidad. Estos dibujos se llaman dibujos de vapor y se realizan evaporando térmicamente metal en un proceso de recubrimiento al vacío sobre superficies como Mylar, papel y Tyvek. La mayoría de las imágenes que no son dibujos de vapor puros son collages, a menudo basados en las proporciones y limitaciones de su propio cuerpo.
Para más información: larrybell.com
Larry Bell, el maestro de la luz y la forma