Un hotel rural que se aleja del turismo de masas para ofrecer al huésped una experiencia auténtica, con todo el encanto, los aromas y sabores de la isla.
Son Sant Jordi y los pequeños placeres que nos ofrece el entorno. Hoy en día los hoteles rurales están muy cotizados y es que el turismo actual busca en sus viajes aventuras en el campo y lugares recónditos donde encontrar la tranquilidad.

El Son Sant Jordi con un enclave natural idílico refleja la adoración que sienten por esta tierra sus dueños y ofrece al visitante los mejores servicios y la magia de la arquitectura mallorquina. En definitiva, una experiencia slow life donde el principal objetivo del viaje es el propio hotel.
El Son Sant Jordi ofrece alojamiento en un conjunto de casas acogedoras del siglo XVII, cada una de ellas diferentes, aunque conservando la esencia del estilo mallorquín. Formando así un oasis de paz anclado en Pollença en carrer Sat Jordi, 29, con un jardín interior repleto de vegetación y coronado con una piscina exterior en forma ovalada.



El lujo de este alojamiento rural reside en la sencillez y tranquilidad que se complementa a la perfección con sesiones de masajes, catas de vino o coctelería exótica alrededor de la piscina del jardín interior.
El hotel está abierto todo el año y se puede visitar sin estar alojado para tomar un cóctel en la piscina (11:30 – 15:00h) y reservar para eventos y grupos (19:00 – 21:00h). Además puedes venir aquí con tu mascota, no es maravilloso.




El encanto de Pollença, donde se ubica el hotel, reside en que conjuga a la perfección playa, montaña y patrimonio monumental. Si tomáramos una fotografía de este paraíso, diríamos que predominan los tonos azules del mar con las laderas de pinos verdes. Un espectáculo para tus sentidos.
más información en: sonsantjordi.com
Son Sant Jordi y los pequeños placeres que nos ofrece el entorno.