El aliento inaugural de una nueva era sonora.
Kim Deal y su “Crystal Breath”. Es una figura cardinal en la constelación del rock alternativo, que ha puesto fecha definitiva a su esperado debut oficial en solitario. Tras décadas labrando una carrera icónica con Pixies, The Breeders y The Amps, la artista estadounidense lanzó de Nobody Loves You More, su primer álbum formal como solista, que vio la luz el pasado 22 de noviembre bajo el sello 4AD.
Crystal Breath, segundo adelanto del disco, no solo actuaba como carta de presentación, sino como manifiesto artístico: un tema que destila fragilidad luminosa, precisión melódica y ese característico nervio subterráneo que ha definido la carrera de Deal.
Si bien en 2013 la bajista editó diez temas dispersos en vinilos de siete pulgadas, Nobody Loves You More se perfila como una obra cohesionada, tejida a partir de sesiones de grabación diversas —incluidas colaboraciones con el mítico Steve Albini en 2022— y una selecta lista de cómplices musicales.
El álbum incluye once cortes en total, entre ellos “Are You Mine?”, “Wish I Was” y “Big Ben Beat”, y cuenta con la participación de figuras como Kelley Deal, Britt Walford, Raymond McGinley o las ex Savages Fay Milton y Ayse Hassan.
La nómina de invitados, lejos de diluir la identidad del disco, parece consolidar un universo sonoro amplio pero reconociblemente dealiano.
Con un enfoque multiformato —desde vinilo Dazzling Galaxy hasta casete exclusivo para Bandcamp—, el lanzamiento apunta a conquistar tanto a nostálgicos como a melómanos contemporáneos. A sus 62 años, Kim Deal no resucita un legado, lo reescribe: Crystal Breath es, más que un suspiro cristalino, una bocanada de autonomía artística, una declaración rotunda de que la experimentación no tiene edad, y que la sensibilidad punk puede mutar en madurez sin perder filo.
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Kim Deal y su “Crystal Breath”. Por John Headhunter.