Con El juego del calamar conectamos con algo del espíritu de la época, con sus presiones competitivas y sus efectos deshumanizantes.
‘El juego del calamar’ como una sátira del capitalismo. La sensación de urgencia, la sensación de crisis que pesa en la vida cotidiana de la gente permite que cualquiera se identifique fácilmente con Gi-hun, el protagonista. El hecho de que haya abordado los temas de la competencia sin límites de la sociedad a través de juegos infantiles, ese contraste, atrajo a mucha gente. Todos hemos jugado a esos juegos. Apela a la nostalgia, Lee Jung-jae.
Quería representar lo que significa el fracaso social a través del concepto de muerte, porque de lo que estoy hablando es de la muerte social. Así que era más una analogía. Pero hay partes que tienen que ser realistas por el bien de la historia. Así que entiendo que pueda parecer muy violento o brutal.
Gi-hun en la segunda temporada es como un don Quijote. Don Quijote lucha contra toda lógica; fracasa. El capitalismo se ha vuelto demasiado sólido, demasiado duro. Un individuo así está destinado al fracaso. Muchos espectadores casi se reían de Gi-hun, burlándose de él porque era tonto. Me entristeció. Lo señalan, pensando que es un tonto. Hasta ese punto la gente no cree en el cambio. Ya no vivimos en una época en la que una persona pueda venir y cambiar el mundo. Pero lo que puede cambiar el mundo ahora es el despertar personal, la toma de conciencia. Si cada individuo despierta, puede producirse un cambio.

Lee Jung-jae como Gi-hun en la temporada final. “La sensación de crisis que pesa en la vida cotidiana de la gente permite que cualquiera se identifique fácilmente con Gi-hun”, dijo Hwang.
En la segunda temporada incluyes un personaje que es una mujer embarazada. ¿Qué significaría traer un bebé a este mundo?
Todos nacemos con esa inocencia, pero la mayoría cambia para mal. Las cosas cambian a medida que vivimos. El mundo nos cambia. Una parte de mí quiere volver a esa inocencia, a esa pureza. Entonces, el bebé es un símbolo de cómo, si no ponemos fin a la forma en que es el mundo —nuestro deseo irrefrenable y nuestra pérdida de humanidad—, no hay futuro para nosotros. El bebé simboliza la inocencia. Si no logramos protegerla, no habrá esperanza para la humanidad.
¿Tienes esperanza en la humanidad?
Si ves el final de la tercera temporada, descubrirás mi respuesta. Trato de no perder la esperanza. El mundo nos obliga a ser más sarcásticos, más cínicos. Pero, como Gi-hun, yo hago todo lo que puedo para mantenerme fiel a mi conciencia y conservar la esperanza en la humanidad.
¿Así que el éxito no te ha corrompido?
Aún no. Sigo viviendo de la misma manera. Sigo manejando el mismo coche de 10 años.
¿Estás contento de haber terminado con El juego del calamar?
Sí, estoy muy cansado. Hace mucho que no duermo profundamente. Quiero descansar. Después quiero hacer largometrajes. Tengo una idea para mi próximo largometraje.
El creador surcoreano se ganó un Emmy y la atención del mundo con su drama de acción distópico. Ahora que Netflix estrena la tercera y última temporada, ya tiene su próximo proyecto en mente. Y sí, será igual de violento.
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