Su obra no busca dar respuestas, sino abrir espacios para el cuestionamiento, es construir interrogantes visuales, piezas que funcionan como espejos simbólicos donde el espectador debe mirarse, reflexionar y confrontar su propia experiencia.
Leilani Bustamante: el arte como pregunta. Bustamante concibe el arte como un proceso tanto interno como externo. Se alimenta de libros, sueños, conversaciones, del entorno político y de la naturaleza misma de la conciencia.

Esta dualidad entre el mundo interior y el conocimiento del mundo exterior crea una espiral de referencias que se transforman en piezas cargadas de intención y profundidad simbólica. No trabaja necesariamente con una temática predeterminada, pero hay ciertos motivos y preguntas que la acompañan y regresan, como ecos en su trayectoria.

En tiempos de crisis o cambio, Leilani no ve al artista como un redentor, sino como un ser adaptable. Cree que la verdadera transformación viene de la capacidad de cuestionarse y evolucionar. En sus palabras, el deber del artista es “mantenerse curioso”, dejar que su perspectiva sea desafiada constantemente. Solo a través de ese ejercicio de apertura y reflexión interna se puede generar una transformación real, tanto personal como colectiva.

Leilani Bustamante: el arte como pregunta, proceso y posibilidad. Su concepto de éxito también escapa de las métricas tradicionales. Para ella, no es una línea recta, sino un ciclo en el que se alternan prioridades: a veces lo económico, a veces el crecimiento personal. Lo importante es no dejar de avanzar, no dejar de explorar.
En cuanto a su formación, comenzó como autodidacta y luego estudió ilustración, una etapa que valora por el acceso a grandes mentores y recursos. Sin embargo, reconoce que hoy en día existen comunidades en línea que ofrecen a los autodidactas herramientas valiosas que antes no estaban disponibles.

Bustamante desea un mundo donde las personas se comprendan mejor, donde exista mayor empatía y se fomente la exploración de los estados de conciencia, ya sea a través de la meditación o la creación artística. Cree firmemente en el poder transformador de la educación artística desde temprana edad y aboga por una mayor integración del arte en los sistemas educativos públicos.
Su consejo a los jóvenes artistas es simple, pero vital: no se obsesionen con el éxito. Mantener la pasión y la curiosidad encendidas es, al final, la verdadera brújula del camino artístico.
Leilani Bustamante: el arte como pregunta. Por Rococó de la Mer