Cuerpos híbridos y paisajes oníricos: una poética de la dualidad emocional
Rute Ventura: «Simbolismo y subconsciente». La práctica artística de Rute Ventura se despliega como un mapa visual del inconsciente, donde las emociones, la identidad y el tiempo se entretejen con símbolos arquetípicos y estructuras oníricas. Nacida en Lisboa en 1982 y formada académicamente en Portugal e Italia, Ventura personifica una sensibilidad nómada que encuentra en la ciudad de Nueva York su epicentro creativo.

Su trayectoria vital y formativa –que abarca desde la Escultura hasta el trampantojo, y desde el arte académico europeo hasta las dinámicas comunitarias en contextos marginales neoyorquinos– se refleja en una obra que es tan rica en referencias históricas como profundamente íntima.

Artista visual multidisciplinar, Ventura transita con soltura entre la pintura, el arte escénico, el videoarte y las piezas portátiles. Este eclecticismo técnico no obedece a una voluntad de dispersión, sino que responde a una necesidad expresiva: la de capturar la complejidad de lo humano a través de múltiples lenguajes visuales.
En su corpus, cada técnica es una extensión del pensamiento, cada imagen una cristalización de estados mentales que emergen en procesos de meditación o introspección. No sorprende, por tanto, que sus obras se sientan como epifanías visuales: revelaciones del subconsciente que apelan al espectador desde un lugar profundamente arcaico.

El núcleo temático de su obra orbita en torno al autoconocimiento, el cuerpo como receptáculo simbólico y la experiencia emocional como territorio estético.
En este sentido, Ventura no se limita a representar lo visible, sino que codifica en cada gesto pictórico una poética del sentir. Los fondos etéreos, que parecen suspender la gravedad y disolver las coordenadas espacio-temporales, establecen un diálogo con figuras que surgen entre luces y sombras como visiones perturbadoras y líricas.
Las formas humanas, a menudo hibridadas con elementos animales o símbolos naturales, no son retratos convencionales, sino encarnaciones de impulsos, miedos, fuerzas intuitivas y pulsiones internas. En ellas, Ventura encuentra una gramática visual con la que escribir relatos alegóricos sobre lo que significa ser.

Rute Ventura: «Simbolismo y subconsciente». Arte como herramienta de conciencia, del estudio íntimo al compromiso colectivo.
El resultado es una iconografía surrealista que se articula con una claridad conceptual poco frecuente. No en vano ha sido destacada como una “Artista Surrealista Interesante” por Bizarre Doctor, y sus obras han encontrado eco en espacios tan disímiles como la Bienal de Venecia, la Vestige Concept Gallery en Pittsburgh o el JCAL de Jamaica Queens.
Más allá del reconocimiento institucional y los galardones –como el Premio del Público en Diversia o el de Mejor Película Experimental por The Dialogue–, su propuesta destaca por su autenticidad expresiva y su capacidad para invitar a una lectura introspectiva en tiempos marcados por la dispersión.

El compromiso ético de Ventura también se manifiesta en su labor educativa. Desde su llegada a Nueva York en 2009, ha desarrollado talleres en escuelas públicas de bajos recursos, proponiendo el arte como herramienta de transformación y conciencia. Este gesto de apertura hacia lo colectivo contrasta con la profundidad individual de su obra, y sin embargo ambas facetas se complementan: su arte emerge de un proceso reflexivo que, en última instancia, apunta hacia una experiencia universal.

El inconsciente como territorio estético, entre la introspección y el símbolo
Las exposiciones individuales que marcaron su calendario de 2023, Self Awareness – The Power Within en Supermoon Art Space y la muestra en Galeria – The Art Venue, consolidan su lugar como creadora que interpela al espectador desde la honestidad y el poder simbólico de la imagen. En un panorama artístico contemporáneo cada vez más saturado de superficialidad o afectación, la obra de Rute Ventura se presenta como un oasis de profundidad, sensibilidad y rigor técnico.

Así, contemplar una obra de Ventura no es simplemente ejercer la mirada; es un acto de espejeo emocional, una invitación a descender en las capas del ser, donde el cuerpo es símbolo, el tiempo es mito y la conciencia, una materia plástica en constante expansión. ¿Es posible aún hablar de lo espiritual en el arte contemporáneo sin caer en lo grandilocuente o lo superficial? La obra de Rute Ventura responde que sí —y lo hace con una voz propia, sutil y poderosa.
Rute Ventura: «Simbolismo y subconsciente». Por Mónica Cascanueces.