Un viaje creativo donde lo esotérico, lo autobiográfico y lo emocional se entrelazan con libertad.
Pleiades Calling y el poder simbólico del collage. En un panorama digital donde la imagen y el mensaje compiten por segundos de atención, Pleiades Calling emerge no como un grito, sino como una vibración que se filtra lenta pero irreversiblemente por las grietas del alma. La propuesta artística de Mariana —cerebro y corazón de este proyecto— trasciende el plano estético y se instala en una dimensión donde arte, biografía, mística y emoción confluyen para formar un lenguaje propio.
Nacida en 1980 en Copenhague, hija de refugiados político-culturales provenientes del cono sur latinoamericano, Mariana encarna desde su origen el entrelazamiento de culturas, memorias y exilios. Si bien su documentación la inscribe como danesa, su experiencia vital se hibrida con el temperamento español del Torremolinos ochentero, un contraste que, más que ruptura, simboliza una integración de universos visuales y emocionales.

En su relato emerge un padre que, entre sombras nórdicas, le enseñó a filmar en super8 y a dialogar con el cine de Kubrick y Fritz Lang, dos pilares de la narración simbólica y del tratamiento visual que claramente dejan huella en su mirada artística.
Pleiades Calling y el poder simbólico del collage. Desde el cine de culto hasta la videocreación contemporánea, Mariana construye un lenguaje propio.
Mariana se formó en Comunicación Audiovisual, alcanzando la matrícula de honor en 2005, año en que se traslada a Madrid, ciudad que siempre sintió como una promesa latente. En la capital desarrolló una carrera multifacética, tocando diversas disciplinas dentro del campo audiovisual y artístico, sin perder nunca el eje: una búsqueda genuina, visceral, casi chamánica, por dotar de sentido a lo vivido a través de la creación.

Su obra, como ella misma confiesa, nace como terapia. En tiempos donde la salud mental se ha posicionado en el centro del debate social, Mariana ofrece un testimonio artístico de profunda honestidad, donde la escritura automática y el collage digital se convierten en herramientas de exploración interior. No hay cálculo ni expectativa de recepción: solo el flujo continuo de imágenes, símbolos, palabras e intuiciones que se ensamblan como si el inconsciente, finalmente libre, encontrara la forma de hablar.

El collage digital como vehículo de exploración psíquica y transformación emocional.
Pleiades Calling es un proyecto que se sostiene en una estructura simbólica compleja, donde lo sagrado y lo místico no se presentan como ornamentos, sino como ejes vertebradores del discurso. Mariana ha dedicado una década a estudiar conceptos metafísicos, y esto se traduce en una iconografía que recuerda a las tradiciones esotéricas, a los arquetipos junguianos, a la alquimia visual. Sus composiciones son portales a universos paralelos donde lo onírico y lo cotidiano coexisten sin contradicción. Como ella misma afirma: “Procuro dar coherencia a mi imaginario y generar un universo paralelo”.

No es casual que su arte haya encontrado eco en proyectos donde la intensidad, la identidad y el inconformismo sean esenciales. Así, su participación en el videoclip La bía en roça de Califato 3×4 es una muestra clara de su capacidad para capturar lo telúrico y lo trascendente en un mismo plano. Su trabajo en la gira de Ayax, Juglar del siglo XXI, implicó la creación de un universo visual vasto en tiempo récord, demostrando no solo destreza técnica sino una sensibilidad singular para captar la esencia del artista y proyectarla visualmente con fidelidad y originalidad.

El arte como exorcismo, como refugio y como espejo de lo invisible.
Asimismo, ha puesto su sello en los visuales de artistas como Vinila Von Bismark, India Martínez, Sule B (Suite Soprano), y en el universo literario de Noemí Casquet, donde lo erótico, lo femenino y lo transgresor encuentran en Mariana una aliada estética capaz de plasmar con potencia y sutileza esas capas de significación.

En definitiva, Pleiades Calling no es una propuesta artística más en la vasta red contemporánea. Es una constelación viva, en expansión, que nos recuerda que el arte puede ser vehículo de sanación, espejo de lo invisible y puente entre mundos. Mariana no solo crea imágenes: canaliza símbolos, interpreta heridas y, con una intensidad desbordante, nos invita a mirar hacia adentro con los ojos bien abiertos.
Pleiades Calling y el poder simbólico del collage. Por Mónica Cascanueces