Entrevistamos a un genio lleno de ingenio.
«Moléculas», la nueva exposición de Carlos Penas. El artista gallego que se descompone en átomos.
¿Por qué optaste por el título «Moléculas» de tu nueva exposición?
En un intento de reducirme como ser humano a la mínima expresión pensé en eso de que las moléculas son las partículas más pequeñas de un cuerpo que conserva todas sus propiedades. Somos átomos organizados. Nos complicamos demasiado en la búsqueda incesante y sempiterna de querer saber qué es lo que somos: Somos moléculas. Y esto, que dicho así parece poco, ya es mucho.

Del mundo microscópico al mundo del humanoide, a dónde nos lleva con esta exposición Carlos Penas.
A la grandeza de las cosas pequeñas. A la sencillez. A la posibilidad de hacerse preguntas y a la libertad de responderse. A la contemplación del pensamiento y a la importancia de buscar la belleza de las cosas. A la ternura y al deseo como algo superior al simple contacto físico. A ir más allá del evidente significado de las imágenes. A la poesía vital concentrada en una sola pincelada. Joder, demasiadas pretensiones, ¿no?

¿Qué te motivó a explorar dicha materia o forma de vida?
La complejidad actual del mundo en el que vivimos, la normalización de la falsedad, la permisividad del cinismo, la tolerancia de la hipocresía, la impunidad de los cabrones, la propaganda excesiva de la IA y el olvido premeditado de la IH (Inteligencia Humana). Por cierto, es curioso que las siglas de la inteligencia artificial se parezcan tanto a la onomatopeya de un rebuzno.

Cuántas obras has preparado para la ocasión y si están unidos con una narrativa en concreto, o quizás nos tenemos que fijar en los títulos para comprenderlo.
Son veintiséis obras, veinte pinturas, cuatro esculturas y dos de arte plástico. Y sí, hay una armonía que las une, pero más que narrativa es poética. Son obras que necesitan ser miradas y leídas porque son sensoriales, no son sólo un acompañamiento visual. Requieren ser imaginadas en diferentes posturas y necesitan diálogo. Y los títulos son importantes, por supuesto, justos y necesarios.

Y cómo son estas esculturas de lienzo y óleo.
Uno de los aspectos más determinantes en la historia de la escultura ha sido la evolución de los materiales utilizados. Arcilla, metales, piedras, maderas, escayola, plexiglás, porexpan, cartón, fibra de vidrio, orgánicos, hielo, calcetines y cualquier otro objeto hasta fundirse con el instalacionismo y confundirse con la impresión 3D. Hasta el tamaño y la cantidad se han convertido en materiales propiamente dichos.
Y, en medio de esta vorágine de composites, epoxis, resinas, chapas de Fanta, botones y huesos empecé a pensar en la posibilidad de dar volumen a los bastidores para lienzo porque hasta ahora siempre se habían integrado para crear un espacio plano sobre el que pintar. Es como si la propia historia hubiera pasado por encima de esa posibilidad. Me excita pensar que una propuesta tan clásica sea más contemporánea que cualquier otro material que pueda existir en la actualidad. Además, el atractivo de su nombre es de una elegancia tan conmovedora como transgresora, de una belleza desconcertante: Esculturas de óleo sobre lienzo.
Cuéntanos un poco cómo es este espacio expositivo Studio Gallery Mallorca y dónde se ubica.
Si extraes el aire presuntuoso y arrogante que flota en el aire de algunas galerías, sólo algunas, es cuando surgen espacios como el Studio Gallery Mallorca. Está dirigido por la galerista Carmen Rueda y ella es la principal responsable de que te sientas respetado como artista. La pasión y la naturalidad con la que me tratan desde el día que nos conocimos me dan la libertad necesaria para estar feliz por exponer mis últimos trabajos en su galería. Está en el casco antiguo de Palma, en la calle Velázquez. Hasta el nombre de la calle es de puta madre.