Este rincón gastronómico no es simplemente un restaurante italiano, es una declaración de amor a la tradición que no teme coquetear con la modernidad.
Entrevistamos a Giovanni Tagliamonte, el alma de Mamas Pepper. Entre masas que reposan como reliquias, vajillas que parecen salidas de un taller de arte florentino y un ambiente que fusiona la calidez del Mediterráneo con la elegancia del diseño contemporáneo, este rincón gastronómico invita a entregarse al placer de comer con todos los sentidos.
En Mama’s Pepper cada plato narra una historia —de origen, de oficio, de pasión— y cada detalle, desde la cocina hasta la cerámica, revela una intención precisa: despertar placer. No se trata solo de comer bien, sino de entregarse a una experiencia sensorial que une arte y mesa con naturalidad. Es una oda a Italia, sí, pero con un acento propio y una mirada contemporánea que deja huella.
Nos sentamos a conversar con Giovanni para desentrañar los sabores, el alma y la filosofía de un lugar que no solo alimenta, sino que seduce, emociona y deja huella. ¿Cómo definirías la esencia de vuestra propuesta gastronómica?
Autenticidad, sin artificios. Nuestra cocina representa lo que es: producto honesto, ingredientes sencillos y una elaboración cuidada que respeta la tradición. Creemos en la belleza de la simplicidad y en el poder de lo bien hecho, sin necesidad de adornos innecesarios.
La pizza napolitana es un arte en sí misma. De vuestra carta, ¿cuál consideras la obra maestra?
Todas tienen su encanto —y su público fiel—, pero si tuviera que destacar una, sin duda sería la pizza Santa Catalina, un homenaje al barrio que nos acoge. Lleva crema cacio e pepe, mozzarella, pecorino, guanciale, funghi porcini, pimienta negra y chips de parmesano. Es una combinación intensa y equilibrada que representa a la perfección nuestro espíritu: respeto por la tradición con un guiño creativo.

Vuestra vajilla de cerámica no pasa desapercibida. ¿Cómo surgió la idea de servir vuestra comida en estas piezas de arte?
En Mallorca hemos percibido un creciente interés por la cerámica artesanal, y como apasionados del diseño en todas sus formas, quisimos incorporar ese valor estético a nuestros espacios. Así nació la idea de incluir cerámica italiana vintage, dibujada a mano, no solo en la vajilla con la que servimos nuestros platos, sino también en otros detalles: reposa cubiertos, angarillas, platos decorativos en las paredes o cuadros de azulejos esmaltados y pintados a mano. Todo ello contribuye a crear un entorno pintoresco y acogedor que refuerza la experiencia de quienes nos visitan.

El interior del restaurante crea una atmósfera única. ¿Qué buscabais transmitir?
Queríamos trasladar a nuestros comensales a la costa sur de Italia, evocando lugares como la Costa Amalfitana, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por su extraordinaria belleza natural y su riqueza cultural. Nuestra intención fue recrear esa sensación mediterránea tan auténtica: luminosa, vibrante y cálida, donde cada detalle del espacio transporta al visitante a un rincón encantador del sur italiano.
Más allá de la pizza y la pasta, ¿qué otras especialidades ofrece Mama’s Pepper que sorprenden a los comensales?
En Mama’s Pepper nos gusta ir más allá de los clásicos y sorprender con propuestas que reflejan la riqueza de la cocina italiana. Entre nuestras especialidades destacan el Carpaccio di carne, acompañado de un mini bol de Parmigiano Reggiano, alcaparras y polvo de tomate; las Polpettine al Ragù, unas jugosas albóndigas de carne con ragú napolitano y un toque de ricotta; el Risotto ai Funghi Porcini, cremoso y lleno de sabor a bosque; y la Burratina pugliese, servida con verduritas de campo que realzan su frescura. Son platos que conquistan por su autenticidad y cuidado en cada detalle.


En cuanto a vuestra selección de vinos italianos, ¿hay alguna etiqueta poco conocida que pueda sorprender gratamente a los paladares más curiosos?
Una de nuestras joyas más sorprendentes es el Amarone della Valpolicella Classico DOCG 2021 de Domìni Veneti. Se trata de un tinto de intenso color granate, elaborado con variedades poco habituales por estas latitudes como Corvina Veronese, Corvinone y Rondinella. En nariz despliega notas profundas de frutos rojos secos, tabaco y especias, mientras que en boca destaca por su potencia y elegancia, con taninos sedosos y un final largo y envolvente. Es una elección ideal para quienes buscan explorar etiquetas menos conocidas, pero de altísima calidad.
Para culminar una comida, ¿qué postre italiano recomendarías que encapsule la experiencia Mama’s Pepper?
Sin duda, nuestro Cannolo Scomposto es la forma perfecta de cerrar la experiencia Mama’s Pepper. Una reinterpretación del clásico siciliano, presentado deconstruido y relleno con una suave ricotta casera dulce y pistacho. Cada bocado combina tradición e innovación, reflejando nuestro estilo: auténtico, cuidado y con un toque creativo que sorprende.