Moses Zibor ha recorrido un largo camino desde su Nigeria natal hasta Almaty, la ciudad más grande de Kazajistán, donde ha renacido como artista.
Moses Zibor: un eterno soñador que renace como artista en Almaty. Nacido en 1978 en Lagos y criado en los barrios marginales de Ajegunle, un extenso gueto donde los niños suelen soñar con ser estrellas de fútbol y rara vez aspiran a ser artistas, Zibor desarrolló desde joven una pasión tanto por el deporte como por el arte.
De niño, su talento para dibujar con destreza personajes de Disney y superhéroes de Marvel era evidente. Su tío, reconociendo este don, decidió generosamente financiar su educación artística, un gesto que marcó profundamente su futuro. Este temprano reconocimiento y apoyo lo encaminaron hacia el desarrollo de su carrera como artista.
Tras graduarse del Yaba College of Technology en 2008, Zibor ya había exhibido su obra en exposiciones colectivas tanto en Nigeria como en el extranjero. Su determinación por perfeccionar su técnica lo llevó a trabajar como aprendiz con artistas locales de Lagos antes de iniciar sus estudios universitarios.
Después de varios años practicando su arte, Zibor aprovechó una oportunidad para perseguir su otra pasión, el fútbol, en Kazajistán. Durante esa década, exploró diversas facetas creativas, como enseñar inglés, modelar, cantar y actuar, demostrando su adaptabilidad y curiosidad por nuevos caminos.
Moses Zibor es un talento polifacético que trasciende fronteras. En 2017, al tomar clases en la Escuela de Arte de Almaty, Zibor se preparó para volver al arte en 2020, inspirado por el movimiento Black Lives Matter, que tuvo resonancia global.
Con pinceles, pintura y lienzo, retomó su práctica artística en casa, trabajando a pequeña escala. Su obra, centrada en visiones y sueños, comenzó a captar la atención de amigos y colegas, quienes lo conectaron con galerías y exposiciones institucionales, incluidas presentaciones en solitario, como la del Museo de Artes de Almaty en 2021.
Guiado por los consejos de un profesor de arte que le dijo: «Pinta desde adentro, deja que la creatividad fluya desde tu interior» y «sigue tu pasión, rompe las reglas», Zibor encontró una nueva libertad para contar historias a través de la pintura. Inspirado por sus sueños y bocetos, convirtió sus pensamientos más íntimos y creencias espirituales en una forma personal de surrealismo.
Reinvirtiendo las ganancias de sus ventas en un estudio amplio y materiales de calidad, se dedicó a pintar todos los días. Influenciado por los colores y textiles de Kazajistán, Zibor creó un estilo artístico que amplió lo que había desarrollado en Nigeria, pero conservando raíces en su experiencia inicial.
Esta renovada dedicación lo llevó a ser reconocido en el escenario artístico internacional, con exposiciones colectivas en Europa y Estados Unidos, como en la feria de arte VOLTA New York en 2023, donde sus obras compartieron espacio con las coloridas piezas de Oluwole Omofemi, Matthew Eguavoen y Mederic Turay en el stand de la OOA Gallery.
Moses Zibor: un eterno soñador que renace como artista en Almaty. Sus recientes pinturas reflejan su renacimiento artístico y se manifiestan como ensayos pictóricos y reflexiones sobre el hombre y la mujer contemporáneos.
Su arte está lleno de poder, color, vitalidad e inmediatez. Compararlo con grandes artistas no hace justicia a la potencia de su obra, que es a la vez chamánica, espiritual, sociocultural y metafísica, impregnada de una humanidad palpable pero difícil de describir.
Su autorretrato Broken Egg, Rooster and Goldfish (2022) simboliza su sueño de renacer como un gallo que canta alegremente al amanecer, inspirado por una visión de alguien que lo ayudará a alcanzar una vida mejor, representada por un pez dorado dentro de una bolsa de plástico llena con agua.
El retrato A Woman and Her Lamp muestra a una mujer negra angelical rodeada de flores de loto, símbolo de creación y renacimiento. Emergida de un mar lleno de peces, que representan nuevas personas por conocer, la mujer lleva una lámpara que guía a Zibor en su camino. Asimismo, su obra Under Serenity retrata a otra mujer angelical en una camisa marrón y un vestido resplandeciente con forma de flor, rodeada de peces coloridos de diversas especies.
Los vibrantes lienzos Fountain of Brotherhood y Stay With Me (ambos de 2023) simbolizan la solidaridad y apoyo que el artista ha encontrado a través del fútbol y la amistad. Sus pinturas Looking at My Butterfly I y Looking at My Butterfly II (ambas de 2023) y la pieza Meta Wings (2024) representan el poder transformador del arte y la libertad que ha aportado a su vida. Por otro lado, la surrealista obra No Strings (2021) retrata una escena de San Sebastián, donde Zibor, atravesado por flechas, lucha por mantener la cabeza fuera del agua, mostrando su fuerza y perseverancia frente a la adversidad.
Cuando se le preguntó recientemente por qué crea arte, Zibor respondió: «¿Por qué hago arte? Creo arte porque amo crear, no porque quiera venderlo. Tengo muchas pinturas en el estudio que no he vendido. Me encanta crear arte. Amo expresar el mensaje que llevo dentro en el lienzo.» Moses Zibor es un hombre de múltiples facetas: modelo, actor, músico, futbolista, fisioterapeuta, terapeuta energético, filántropo y artista.
Sus pinturas son meditaciones profundas sobre quiénes somos, dónde estamos y adónde podríamos llegar si aprovecháramos colectivamente nuestra energía y creatividad humanas. Habiendo escapado de la desesperanza de un barrio marginal de Lagos, algunas de sus obras rinden homenaje a las personas que conoció en esa etapa de su vida: personas hermosas atrapadas en una pobreza aplastante, con grandes sueños pero frecuentemente sin las herramientas para escapar de su situación.
En su incansable búsqueda por conectarse y comunicar sus reflexiones, Moses ha explorado numerosos géneros artísticos. Ha pasado de lo que él llama Realismo Impresionista a un Humanismo maduro, con la misión de unir a la humanidad a través de experiencias compartidas y la coexistencia pacífica. A lo largo de sus cambios estilísticos, Moses ha sido un constante defensor del arte contemporáneo africano, un género que, según él, no era apreciado cuando se mudó a Kazajistán.
Su obra Dream Infinity (2021) captura al artista imaginando el arte que ahora podemos ver. Soñando en un reino acuático, metáfora de renovación, supervivencia y trascendencia, está rodeado de nuevos amigos simbolizados por peces, una tortuga que le aconseja avanzar con calma, una lámpara que ilumina el camino, un tiburón que lo alerta del peligro, un globo aerostático que lo transporta y un cofre del tesoro que lo recompensa al llegar a su destino.
De manera similar, el onírico lienzo Free at Last (2023) muestra a una valiente diosa, el espíritu acuático Mami Wata, en un mundo burbujeante y etéreo. Rodeada de criaturas aéreas y submarinas, logra liberar al artista del miedo, desbloqueando cadenas, un mensaje que resuena en esta pintura y en todo el imaginativo arte de Zibor.
Moses Zibor: un eterno soñador que renace como artista en Almaty