Ally McIntyre crea pinturas audaces y poderosas que combinan abstracción con imágenes realistas, pinceladas expresivas y pasajes introspectivos y sensibles
Pasajes de introspección de Ally McIntyre. Tras haber demostrado que el lenguaje gráfico de las revistas, los envoltorios y los objetos más mundanos podía alcanzar la categoría de obra de arte y que era posible elevar a los altares a la pelota de golf o la viñeta aislada de cómic que nadie respetaba, Ally McIntyre comenzó a fijarse en los grandes movimientos artísticos del último siglo.
Su visión de las grandes obras de la historia del arte como «un banco de imágenes», de logotipos grabados en la memoria colectiva, lo incitó a seguir componiendo versiones de los años ochenta, esta vez de un movimiento tan emocional como el expresionismo, opuesto a la trivialidad que siempre defendió el canalla.
Esta mezcla de lenguajes visuales da como resultado un collage altamente convincente que fomenta narrativas inesperadas y asociaciones poéticas para los espectadores.
La práctica de McIntyre se centra en pinturas que presentan una narrativa compleja pero lúdica. Audaces y asertivas, sus obras cuestionan la asociación de género predominante del arte a gran escala y el expresionismo.
Recordemos que el movimiento moderno no proyecta desde el gusto sino desde la funcionalidad. Deja de lado la subjetividad del gusto, pero de repente el pop art pone la subjetividad encima de la mesa y habla de estética personalizada.
El arte deja de ser abstracto y profundo para ser entorno y contexto. El nuevo código visual busca simplificar la realidad para dibujarla. Tienden a buscar cualidades estéticas en la composición de las tipografías y simplificación de colores, en general trabajan con colores químicos.
El pop art está considerado la segunda vanguardia que crea la identidad americana utilizando la ironía, meta-arte y la distancia emocional como herramienta comunicativa. No se centra en la cosa sino que cree en la representación de las cosas.
Pasajes de introspección de Ally McIntyre. Texto: Menuda Oblea