En Bianco e Rosso lo saben y cuidan mucho esta experiencia. El tiempo se ralentiza y admiras la vida en su sencillez, sólo quieres sonreír.
Bianco e Rosso: el lugar perfecto para dedicarte al dolce far niente. Hay que decir que en Italia son muy familiares y el acto de comer es muy importante y está muy presente en la mentalidad de los italianos ya que demuestra su manera de vivir la vida.
Sin estrés, sin presión, nada importa; sólo vivir el momento, un momento de “no hacer nada” prestando plena atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
No se tiene que hacer mucho más, sólo observar el zumbido de la vida a tu alrededor y recargar las pilas. Suena a ociosidad, pero en realidad es algo distinto. Es más bien un descanso de la carrera diaria, un momento para reorganizar tu energía, una forma de desconectar y de poner distancia con tu vida y, por arte de magia, verla mejor en su conjunto.
Bianco e Rosso: el lugar perfecto para dedicarte al dolce far niente. Lo ideal es acompañar la comilona con una buena botella de vino italiano de su interesante bodega y seguir disfrutando del momento.
No puedes pasar sin probar los auténticos spaghetti alla carbonara con guanciale, huevos de corral y queso pecorino que sirven en Bianco e Rosso. Sus platos son capaces de hacerte viajar a Italia con sus recetas con platos como la Focaccia Porto Bello, que te sirven con setas rellenas de burrata, jamón de Parma, queso Parmesano y Mozzarella, o alguno de sus platos clásicos como los Fettuccine fungi porcini e tartufo o los Ravioli rellenos de ricota y setas.
Bianco e Rosso, el lugar perfecto para entregarte al ‘dolce far niente’. Por Rococó de la Mer