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El plato infalible del verano: Langosta con huevos fritos

Te proponemos cuatro restaurantes que ofrecen este manjar en distintos puntos de la isla.

El plato infalible del verano: Langosta con huevos fritos. Uno de los platos más humildes de la gastronomía española se mezcla sobre una cama de patatas panadera con uno de los manjares más exquisitos del mar.

Sorprendidos por la demanda de la mezcla de uno de los productos más caros del mercado con uno de los más humildes, una verdadera fusión de emoción y gastronomía, esa combinación exquisita te hará sucumbir ante su irresistible sabor.

El plato infalible del verano: Langosta con huevos fritos. Te proponemos cuatro restaurantes que ofrecen este manjar en distintos puntos de la isla.

Una de las máximas que más peso tienen dentro de su propuesta tiene que ver con el valor gastronómico de cada producto con el que trabajan. Si no lo conocéis ya estáis tardando, es un restaurante de excelente producto de mar y tierra que abrió a finales del año pasado y ya cosecha su éxito merecido. Aseguran que “el secreto del éxito del plato es la mezcla de un producto tan exquisito con otro tan sencillo, que pega con todo lo que se le mezcle”.


Si andas el jueves por el Raiger te recomendamos visitarlo y siempre bajo reserva previa, también ofrece el plato infalible del verano, el Bogavante con huevos fritos y patatas. Tomeu es un chef que ama lo que hace y está muy arraigado a su tierra y a su gastronomía. No hay ninguna duda te ofrecerá la mejor manera de conocer la isla a través de sus platos.


Y si prefieres un rollo más playero, tu destino está en Mar y Paz. Por fin los productos humildes son capaces de discutir la hegemonía a productos tan selectos como la langosta o el bogavante.

Imaginaros la deliciosa salsa que sueltan las yemas de unos huevos fritos y combinándolos con la exquisitez del bogavante, no tiene precio y te hace explotar la imaginación.


Cerramos el recorrido con el más veterano, un restaurante donde la tradición y la conexión con la tierra y los platos de toda la vida no dan la espalda a la modernidad. Y por supuesto en temporada de la langosta este manjar no falta en sus mesas.

Sin duda, un plato que funciona como metáfora de lo que es y siempre ha sido la isla: un paraíso de contrastes repleto de lujos aparentemente opuestos.


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