INFOMAG MAGAZINE

Interpol: The Other Side of Make-Believe

El líder de Interpol Paul Banks le da un descanso a su voz en el séptimo álbum de la agrupación de post-punk, otorgándole un respiro a la música

Interpol: The Other Side of Make-Believe. Paul Banks mismo anunció que Interpol sacaría un nuevo álbum el año pasado con la idea de que «siempre hay una séptima ocasión para generar una primera impresión».

Así, el líder de la legendaria banda de rock de Nueva York avivó oficialmente la llama de su regreso con su primer trabajo en cuatro años. La composición del álbum, titulado The Other Side of Make-Believe (Matador Records, 2022), se vio obstaculizada por la pandemia, que ya casi nadie recuerda.

A pesar de las circunstancias inusuales en las que se creó, el álbum satisface a los fans más fieles de la banda y establece las bases para recuperar su sonido característico. El formato inédito a distancia en el que Banks, Fogarino y Kessler tuvieron que trabajar para crear las diferentes canciones de este séptimo álbum terminó convirtiéndose en la temática central del mismo.

El aislamiento y la distancia mutua llevaron a cada miembro a encontrar su armonía y su momento de introspección personal. Es un capítulo sin precedentes en la banda en el que cada uno reclama su espacio y sus contribuciones individuales son respetadas con el excelente trabajo del productor británico Mark Ellis, conocido artísticamente como Flood, quien ha trabajado con artistas importantes como Depeche Mode, PJ Harvey, The Killers y Placebo, junto con su colaborador habitual, Alan Moulder.

Interpol: The Other Side of Make-Believe. «Still in shape, my methods refined» canta Banks en Toni, la primera canción de este nuevo álbum. Sus palabras, tranquilas pero firmes, navegan elegantemente entre teclados serpenteantes.

Después de su larga estancia en Edimburgo, ahora es la luz del amanecer escocés la que guía la prosa del vocalista, quien parece menos oscuro de lo habitual e incluso muestra destellos de optimismo en sus gestos y su discurso vulnerable y honesto.

Lo mismo no se puede decir de las líneas de guitarra recurrentes de Daniel Kessler, que nos transportan a los primeros años de la banda en canciones como Into The Night o Mr Credit, donde brillan sus característicos y contundentes riffs.

Otra prueba de que en The Other Side of Make-Believe el enfoque está más equilibrado que nunca es el excelente trabajo que Flood y Sam Fogarino han realizado para pulir y cuidar la presencia de las percusiones, especialmente en Renegade Hearts o Gran Hotel, donde las cadencias tienen un papel destacado.

A pesar de la madurez que se siente en su séptimo álbum, Interpol no se exceden en ningún aspecto que se salga de sus características habituales, lo que puede llevar a cierta monotonía y lentitud excesiva en algunas partes donde no logran generar el impacto deseado (Something Changed).

Sin embargo, The Other Side of Make-Believe es un recordatorio modesto pero apreciable de que el trío de Nueva York sigue aquí, listo para enfrentar los caprichos extravagantes que esta nueva realidad traiga consigo.


Interpol: The Other Side of Make-Believe. Por John Headhunter

Salir de la versión móvil