Como una flor de primavera resurge de nuevo Mar y Paz. Los árboles empiezan a florecer y en los campos se ven multitud de colores tal como luce la fachada de este rincón veraniego
Mar y Paz abre a ritmo de primavera. Bienvenidos al paraíso donde el mediterráneo se fusiona con la cocina viajera y el espíritu de libertad. Mar y Paz te sumergirá en una experiencia gastronómica única en un entorno relajado y puramente cautivador. Pescados locales como el «Gall de Sant Pere» o arroces típicos como la paella o el sabroso arroz con Bogavante, siguen siendo los protagonistas.
Mar y Paz, donde las personas son siempre los protagonistas
La carta del Mar y Paz está elaborada por platos mediterráneos con influencias del mundo. Con los grafitti de Sath, un artista mallorquín, Mar y Paz ha creado ese rincón agradable donde a la fresca y estimulado por los colores cálidos y las vistas épicas al mar infinito, uno desconecta y disfruta plenamente de la comida.
Ir a comer o cenar en Mar y Paz se convierte en una escapada muy tentadora. El restaurante marca el inicio de la zona de Son Bauló, quedando justo en la esquina en la que esta zona comienza. La playa de Son Bauló es una hermosa playa de arena que tiene forma circular y unos 500 metros de longitud ubicada cerca del parque natural de Son Real en Can Picafort. Un parque natural con diversas playas de arena, bosques y numerosos itinerarios para la práctica del senderismo.
Por el lado contrario al mar, se halla la desembocadura del torrente que lleva el mismo nombre de la playa, y que forma un humedal donde habitan aves migratorias. Y tiene sentido. Es escandalosamente bonito. Hay playas hermosísimas, se come mejor que bien y el sol luce de forma casi hegemónica. Cabe destacar que, a escasos metros de la playa de Son Bauló, se encuentra uno de los grupos escultóricos de diosas y hadas del artista mallorquín Joan Bennàssar.
Y es que las mujeres de Bennàssar no dejan indiferente a nadie; podrán gustar más o menos, pero se hacen mirar. Representadas en cuerpo entero, medio cuerpo o simplemente la cabeza, clavadas en las rocas a ras de agua, son de un primitivismo tosco, de un hieratismo primordial, de una fuerza primigenia. De formas sólidas, cara al mar la mayoría, como desafiando su bravura, desprenden un vigor y una energía ancestrales.
Si te fascinan los espacios al aire libre donde puedas sentir la brisa marina o escuchar el rumor de las olas o contemplar el vuelo de las aves sobre el cielo azul, la terraza de Mar y Paz es tu sitio…
Doña Primavera, de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo…muy al estilo del restaurante hedonista Mar y Paz. Más bulla y más temprana alumbra ya la aurora, el sol los campos dora y con otro resplandor brilla el mar. Las aves se enamoran, los peces, y aun se aman enlazados el árbol y la flor. Naturaleza toda, cobrando nueva vida, aplaude la venida de abril bienhechor. Bienvenidos al colorido y alegre Mar y Paz.