La desaparición de Robert A. Heinlein implica la desaparición de la ficción científica de los años cuarenta y cincuenta
Robert Heinlein y el final de la ficción científica clásica. Optimista en cuanto al destino del hombre, confiada en la supremacía del intelecto-, cuyo éxito y difusión se han mantenido más alla de las circunstancias que la motivaron, haciendo de la ficción científica el género popular que es hoy.
Robert A. Heinlein, nacido en 1907, uno de los cultivadores más populares de la ficción científica y al mismo tiempo uno de sus patriarcas más representativos, falleció en 1988 en su residencia de Carmel (California).
Es dudoso que su muerte haya representado una tragedia para nadie: Heinlein había vivido una vida plena y productiva cuyo fin no podía retrasarse mucho.
La Edad de Oro de la Ciencia Ficción
Sin embargo, para los aficionados al género marca el final de una época, o mejor dicho, el final de la época, de la ficción científica clásica.
La desaparición de Heinlein implica la desaparición de la ficción científica de los años cuarenta y cincuenta -optimista en cuanto al destino del hombre, confiada en la supremacía del intelecto-, cuyo éxito y difusión se han mantenido más alla de las circunstancias que la motivaron, haciendo de la ficción científica el género popular que es hoy.
Heinlein publicó su primer relato en 1939, y en aquel entonces (si olvidarnos por un momento a los ilustres cultivadores europeos como H. G. Welles u Olaf Stapledon) la ficción científica se reducía a un puñado de locos visionarios que soñaban con un universo sin fronteras a través de unas pocas revistas de mala calidad.
En 1939 aparecieron también los primeros relatos de Asimov, Sturgeton y Bester (los dos últimos ya fallecidos).
Los autores anteriores constituyen para muchos las figuras de mayor peso en lo que se ha llegado a conocer como la Edad de Oro de la Ciencia Ficción, y que coincide con la entrada de John W. Campbell como director de la mítica Astounding Science Fiction. Heinlein publicó su primer relato La línea de la vida en la revista de Campbell y se convirtió en la figura de la misma.
‘Tropas del espacio’
El tipo de virtudes literarias de Heinlein es bastante común a los escritores de su generación: muestra un estilo sencillo y directo pero al mismo tiempo un dominio absoluto de la trama, la planificación y los diálogos. Su producción temprana son relatos esencialmente de acción y marcado realismo en los que el contenido ideológico está hábilmente dosificado y juega un papel tan importante como la propia trama de aventuras. Y es precisamente en el terreno ideológico en el que Heinlein dio pie a grandes polénucas, debido a lo reaccionario de algunas de sus posturas políticas; hubo sangrientas disputas en torno a su célebre Tropas del espacio.
Robert A. Heinlein y el final de la ficción científica clásica. Para los aficionados al género marca el final de una época de la ficción científica clásica
Si esto continúa (If This Goes On) es una novela corta de ciencia ficción del escritor norteamericano Robert A. Heinlein, publicada serialmente durante 1940 en la revista Pulp Astounding Science-Fiction.
La novela participa del ciclo Historia del futuro (Future History), y ciertamente plantea un futuro desolador. Una fracción radicalizada y absolutista gobierna los Estados Unidos, utilizando los medios de comunicación y la psicología aplicada para generar una especie de histeria colectiva.
La sociedad se encuentra gobernada por una teocracia fundamentalista organizada por un grupo de «profetas». El primero de ellos es Nehemiah Scudder, elegido presidente de forma legítima en el año 2012, y, a partir de entonces, un dictador férreo.
Desde que el gobierno central se instala en la nueva capital de los Estados Unidos en 2016, llamada Nueva Jerusalem (New Jerusalem), la democracia es derrocada entre aplausos.
Como toda buena novela de ciencia ficción que desarrolla un mundo dominado por gobiernos tiránicos, Si esto continúa nos relata la génesis de una revolución, en este caso, organizada por la francmasonería. En este sentido, la terminología y la filosofía detrás de la historia sugieren que el propio Robert A. Heinlein era masón, o al menos alguien relacionado intelectualmente a la masonería.
Si no conoces a Robert A. Heinlein, te estás perdiendo a uno de los escritores de ciencia ficción más importantes del siglo XX. Junto a Isaac Asimov y Arthur C. Clarke, se le considera uno de los «tres grandes» de la edad de oro de la ciencia ficción literaria, y su obra comprende clásicos indiscutibles como Tropas del espacio, Forastero en tierra extraña o La luna es una cruel amante, entre otras.
Robert A. Heinlein y el final de la ficción científica clásica. Un poco más sobre el autor
Escritor norteamericano, Robert A. Heinlein es uno de los grandes autores de ciencia ficción del S.XX.
Nació en Missouri en 1907 y se graduó en matemáticas y física por la Universidad de California.
Conocido por el rigor científico de sus novelas de anticipación, Heinlein comenzó su carrera en la armada americana en 1929, siendo retirado del servicio por cuestiones médicas en 1934.
Tras escribir diversas novelas juveniles, Heinlein alcanzó, en la década de los años 50 del XX, dos premios Hugo que lanzaron su carrera como uno de los escritores más populares del género. En los años 60 y 70 consiguió también el favor del público recibiendo más premios Hugo, tanto por Forastero en Tierra extraña como por La luna es una cruel amante.
Obras: Estrella doble (1956), Tropas del espacio (1959), Forastero en tierra extraña (1961) y La luna es una cruel amante (1966), publicada en La Factoría de Ideas, todas ganadoras de premios Hugo. En 1975 recibió el galardón de Gran Maestro por toda su obra literaria en los premios Nébula. Brillante y polémico, su trabajo no deja nunca indiferente al lector y es una referencia clave para entender la evolución del género. Murió en 1988.
Robert A. Heinlein y el final de la ficción científica clásica. Texto: Alejo Cuervo